Un empresario que aspira a la presidencia de EU defiende que el tamaño de sus manos es normal. Frente a él, la joven promesa del Partido Republicano, sale al escenario sin energía y con cara de no saber qué hacer. Otro senador pide abrazar la moderación durante el debate a pesar de que su carrera se sostiene sobre algunas de las propuestas más radicales de la política norteamericana reciente. El cuarto aspirante presume de ser “el único adulto en esta contienda”.
Son Donald Trump, Marco Rubio, Ted Cruz y John Kasich, los cuatro candidatos del Partido Republicano a la presidencia de EU. Quienes el jueves se vieron las caras por primera vez en un escenario desde la victoria de Trump en el Supermartes y en una cita marcada por la cercanía de primarias en Florida. Allí, el favorito puede obtener el próximo día 15 una distancia definitiva frente a sus adversarios sin que el Partido Republicano, en estado de alerta, haya encontrado una manera de impedir su ascenso.
Trump ha logrado sacar de sus casillas al resto de aspirantes y ninguno de sus ataques fue suficiente. Esta noche se vieron forzados a reconocer que apoyarán a Trump en noviembre si termina siendo el nominado. Rubio y Cruz son los grandes perjudicados de su ascenso.