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Los paisajes de la nueva España se reúnen en “Sorolla, tierra adentro”

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Los paisajes de la nueva España se reúnen en “Sorolla, tierra adentro”

 

El gran público conoce a Joaquín Sorolla por sus luminosos cuadros del litoral levantino, pero el pintor recorrió España para plasmar en lienzos sus paisajes y sus monumentos, trabajo que se recoge en la exposición “Sorolla, tierra adentro”, que acoge su museo en Madrid.

Del día de hoy al 5 de junio, podrán contemplarse cuadros sobre la Albufera de Valencia, la Alhambra de Granada y Sierra Nevada, la meseta castellana y la catedral de Toledo, una colección de unas 40 obras de la colección del Museo Sorolla de Madrid seleccionadas por la comisaria Carmen Pena.

“Hemos elegido esta exposición para sacar a la luz una vertiente menos conocida de Sorolla, pero no por eso menos interesante, y con registros más íntimos”, ha explicado Pena.

Son cuadros que responden a las nuevas inquietudes del país a comienzos del siglo XX, cuando tras la fracasada Revolución del 68 y el desastre colonial, pensadores y artistas buscaron una imagen nueva de España, alejada de la representación historicista de las glorias pasadas, y la encontraron en el puro paisaje, tanto de las regiones de la periferia peninsular como en la Meseta Central y Castilla.

Sorolla dio así nuevas versiones a diversos paisajes españoles, desde los de la Alhambra deshabitada a los campos desolados castellanos, que descubrió en compañía de Aureliano de Beruete, magnífico pintor de paisaje y miembro, como el valenciano, de la Institución Libre de Enseñanza.

La muestra comienza con “Mitología regionalista y naturaleza. La Valencia de Sorolla”, que no habla de su litoral sino de su paisaje rural, de sus limoneros y naranjos, de su Albufera, de sus huertas y alquerías, de sus barracas, entroncando con la literatura realista de Blasco Ibañez y “con una carga antropológica muy importante”, destaca Tena.

En “Sorolla en verde y gris” se reúnen obras que hizo en los montes de Asturias y País Vasco, donde combinó su fascinación por los valles verdes con su aversión al clima invernal del norte, donde sin embargo pasó muchos veranos.

Recorrió en múltiples viajes la región a la que toda una generación de escritores y artistas dirigió un mirada e identificó, en su sobriedad paisajística y su monumentalidad patrimonial como la imagen de la nueva España.