
Rubén Blades, poeta, maestro y renovador de la salsa, recibió un sentido homenaje por parte de la Academia Latina de la Grabación, que nombró al panameño Persona del Año por su extensa trayectoria profesional y su “continua defensa de los derechos humanos”.
“El éxito sabe a dolor, a sudor, a esperanza y a lágrimas. Muchas veces sabe a mierda y aunque crea fama, pobre del que decida vivir en ella”, dijo el músico, actor y activista al agradecer el tributo.
La gala, organizada en Las Vegas (EE.UU.) un día antes de que se entreguen los Latin Grammy, contó con las actuaciones de artistas tan variados como Carlos Vives, Marc Anthony, Andrés Calamaro, Rozalén, Diego Torres y Christina Aguilera.
Todos ellos llevaron a su terreno las canciones más destacadas de la extensa discografía de Blades, uno de los compositores más admirados y prolíficos de Latinoamérica.
Entre las apariciones musicales, Aguilera abrió la gala con una versión de “Camaleón” en la que lució su chorro de voz; Farruko demostró que “Amor y Control” encajaba en los ritmos urbanos y Rozalén, María Toledo y Beatriz Luengo sorprendieron con una versión aflamencada de “El Padre Antonio y El Monaguillo Andrés”.
También hubo lugar para los ritmos caribeños y tropicales de la mano de Oscar D’Leon con “Buscando Guayaba”, Carlos Vives con “Decisiones” y Marc Anthony con “Patria”.
“Muchas gracias a todos, me pareció excelente, esto ha sido muy emotivo y estoy muy agradecido”, afirmó el panameño para luego dedicar el homenaje a su país.
Entre los discursos más emotivos destacó el de Joaquín Sabina, quien llegó al escenario para leer una carta que introdujo dejando claro que no era fácil “encontrar palabras a la altura de su talento y admiración”.
“Estamos ante uno de esos tipos que nacen una vez cada siglo y qué bendición”, afirmó ante la mirada atenta de Blades, quien no esperaba la aparición del español en su homenaje.
Sabina recalcó que Blades, además de ser dueño de una “conducta ejemplar”, fue capaz de renovar una música de barrio “que servía para bailar” y elevarla “a lo más alto de las bellas artes”.
“Gabo (Gabriel García Márquez) me dijo una vez que cambiaría haber escrito sus ‘100 años de Soledad’ por haber escrito ‘Pedro Navaja’, recordó.
Los elogios de Sabina llegaron después del discurso que protagonizó René Perez, de Residente: “Eres mi mentor, mi maestro y amigo. Como un padre para mí”, prometió el músico.
Farruko, por su parte, recordó entre lágrimas su vínculo familiar con la música del homenajeado: “Esta canción marcó mi vida en el 2002, yo iba con mi abuelo a hacer compra, él se quitó la vida y esta canción es la que ponía siempre”, dijo tras interpretar “Amor y Control”.
Sin embargo, tras los aplausos Blades rechazó la popularidad -“la fama es un lugar que se visita, no un domicilio y el que no lo comprenda perderá su vida”- y aprovechó para agradecer a todos los que han contribuido a su éxito, desde su familia, a sus profesores de escuela y músicos que lo han acompañado en su carrera.
“Me han preguntado a la entrada qué me quedaba por hacer, y yo dije que todo -zanjó-. No le temo al tiempo, solo a la indiferencia”.