“Se compra cascajo”
No cabe duda que los mexicanos sabemos administrar el rencor para otros tiempos, y lo sabemos defender como López Portillo con el peso, como un perro, disfrutamos del dolor humano, sobre todo cuando la víctima es algún poderoso o algún millonario, entonces se convierte en una especie de catarsis para sacar desde el fondo al resentidazo social que vive en nosotros.
El recorte presupuestal al INE, doña Chayo Robles que sustituyó a la maestra Elba Esther en este sexenio y ahora Salinas Pliego dueño de Elektra, que debe pagar una fortuna al SAT, se han convertido en nuestros villanos favoritos modernos, mientras ellos se limpian con euros esas lágrimas que les hemos provocado por nuestro odio jarocho, por ejemplo este último que ha saboreado el rencor de los resentidos sociales, solo porque nos ha hecho pagar la moto al doble mediante el pacto con el diablo, es decir, con abonos chiquitos que ni se sienten, porque a la larga uno se acostumbra.
Alguna vez don Salinas Pliego dijo, que los ataques a los hombres de dinero, pero mucho dinero, es derivado de un “problema cultural” en Latinoamérica y la verdad tiene razón, la condenada envidia es como la venganza, envenena el alma. Aunque claro, nunca falta un resentidazo social que diga, que las fortunas de estas gentes, se hicieron a costa del erario y de los bienes nacionales.
Por eso hay que solidarizarnos con la precandidata al gobierno de Hidalgo, Carolina Viggiano Austria, que juntó más gente y curiosos la balacera del viernes en Ixmiquilpan, que ella en toda su gira de trabajo para tratar con la militancia del PRI y del PAN, en esta región, donde ha recibido más críticas que muestras de apoyo, sobre todo por gentes que alguna fueron sus más férreos defensores, todo porque ella representa al priismo más recalcitrante.
Por eso nos llena de ternura y quisiéramos tener el optimismo que ella tiene, al reunirse con “líderes”, que junta más gente un firulais atropellado que ellos, pero que justamente aprovechan estas temporadas para salir del escondite y darse su taco y mostrar la fuerza electoral que los acompaña.
Desafortunadamente, los resentidos sociales no solo prevalecen en el PRI, sino hasta en los sectores donde se supone que la humildad debe ser una obligación, por ejemplo en Morena, donde los fundadores han buscado hacerle manita de puerco a su precandidato, Julio Menchaca, quien ha sacado al Salinas que todos traemos dentro, “ni los veo, ni los oigo” y ha preferido negociar y reunirse, con militantes priistas, caciques y dirigentes regionales de otros partidos.
Debe ser muy difícil ser él, por lógicamente los resentidazos sociales no entienden el lenguaje de me ves y sufres, más que nada en estos momentos, donde ninguna reunión o ninguna plática, es genuinamente bien intencionada y mucho menos de gratis, sobre todo aquellos que a la primera muestran el cobre o el peltre, como muchos del Mezquital, que ahora son los más férreos defensores de la 4T, pero que en realidad, están ahí con la etiqueta y precio a simple vista.