ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
• El pasado viernes se registró un hecho ya poco usual en la Fiesta Brava, la presencia de un “espontáneo” en el ruedo de la Plaza México
Estimados Amigos, con el gusto de saludarlos nuevamente a través de este espacio de Plaza Juárez. El viernes último, cuatro de octubre, durante la celebración de la sexta novillada del serial “Soñadores de Gloria”, cuando saltó al ruedo el cuarto novillo de la noche que correspondió a Cristian Iván el novillero yucateco André Jusef Hernández Medina se tiró de “espontáneo” logrando darle cuatro muletazos al astado antes de ser retirado por los subalternos, camino al callejón el joven torero peninsular, a señas, pidió una oportunidad a la Empresa para torear esta temporada.
Este hecho no deja de ser, actualmente, inusual pues ya es una verdadera rareza que jóvenes con ansias de destacar en la difícil profesión de torero busquen llamar la atención de las empresas y medios informativos tirándose desde el tendido al ruedo pretendiendo mostrar ante el burel en turno, la mayoría de las veces “crudo” por estar recién salido del toril, sus cualidades taurinas, sin embargo pocas veces son tomados en cuenta por considerárseles verdaderos intrusos, que inclusive pueden “descomponer” el comportamiento de los astados, en perjuicio de quien debe darle lidia.
Esta práctica muy común, hasta los años setentas del siglo pasado, ha tenido como protagonistas a toreros que alcanzaron la gloria taurina, siendo el caso más sobresaliente el de Manuel Benítez Pérez “El Cordobés” quien en sus inicios, lleno de carencias buscaba la manera de salir de la pobreza haciéndose torero, el día El 28 de abril de 1957, con 20 años de edad, se tiró de espontáneo en la plaza de Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid, a un toro de Escudero Calvo, tarde en que toreaban Juan Antonio Romero y Pablo Lozano, sin embargo al saltar al ruedo perdió el equilibrio y cayó a la arena haciendo el toro por él le propinó una tremenda paliza de la que por fortuna no resultó herido, saliendo con la ropa hecha jirones, a más de haber sido detenido por la policía en el callejón directo a la comisaría, sin haber podido dar un solo muletazo al astado.
Otro importante taurino que también se tiró de espontáneo es el del francés Bernard Domb Cazes, “Simón Casas” en los carteles, ahora flamante empresario de la Monumental Plaza de Toros de Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid; que el domingo 25 de junio de 1972, participó en la denominada “espontaneada colectiva” en Saint-Sever, junto con un puñado de toreros miembros del Sindicato de Toreros Franceses, entre los que se encontraban, además de Simón Casas,
Alain Montcouquiol Nimeño I, su hermano Christian Montcouquiol Nimeño, Jean-Marie Bourret (posteriormente peón confianza de Enrique Ponce), Dominique Vache, Frédéric Pascal, Lucien Orlewski “Chinito de Francia”, Patrick Laugier ahora ganadero de Piedras Rojas y Dos Hermanas, en protesta pues el sindicato declaraba injusto que a los toreros galos les era prohibida la inclusión en festejos sin caballos organizados en España y la imposibilidad de contratarlos en festejos mayores.
Célebre espontáneo también resultó el diestro Español Miguel Mateo “Miguelín”, quien en mayo de 2968 se tiró de espontáneo a un toro de Manuel Benítez “El Cordobés” en la Monumental de la Las Ventas, pretendiendo exhibir al mechudo de Palma del Río de lidiar novillos adelantados en lugar de toros.
Sin embargo esta práctica ha tenido su lado trágico, como la muerte de Femando Elez Villarroel, apodado “El Chocolate”, que en 1981, en la Plaza de Albacete, se tiró en un toro que correspondía, coincidentemente al “Cordobés”, burel de la ganadería de Los Guateles, de nombre “Sospechoso”, que le infirió tres tremendas cornadas que le causaron la muerte en el mismo ruedo.
Y quien podrá olvidar al legendario Rodolfo Rodríguez González “El Pana”, que en octubre de 1977 se tiró de espontáneo en la Monumental Plaza de Toros México, al novillo “Pelotero” de la ganadería de San Martín, que le correspondió a José Antonio Ramírez “El Capitán” que lo indultó.
Esperamos que Jusef Hernández, encuentre la oportunidad que busca, aunque como dijeran los mayores, “esas no son las formas”.
Por ahí nos vemos, ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO, si Dios lo permite.