- “Tablita de salvación” para decenas de familias a quienes les impiden trabajar, o perdieron el empleo
Ante la pandemia del coronavirus Covid-19, el negocio del momento son los cubrebocas, por lo que prácticamente en cada esquina del centro de Tula se encuentran puestos semifijos ofreciendo dichos insumos, que tienen un costo que va de los tres a los 50 pesos, de acuerdo al tipo de material.
Además los vendedores se las han ingeniado. Los hay de personajes animados; con el logo de tu equipo favorito o grupo musical; con el rostro en caricatura de algunos políticos; aquí también el presidente Andrés Manuel López Obrador arrasa con todos sus oponentes.
TODA UNA OPCIÓN PARA LLEVAR EL SUSTENTO A CASA
Para las personas, hombres y mujeres, que hoy se dedican a expender en las calles, de ambulantes o puestos semifijos, la venta de cubrebocas es una opción de poder sacar un ingreso para llevar el sustento a su familia.
La venta no tiene distingo de sexo ni de género, lo mismo lo hacen jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, quienes expresaron que debido a la pandemia y a que en los diferentes establecimientos tanto comerciales, tianguis, mercados, como en instituciones bancarias o áreas gubernamentales, es requisito portar cubrebocas, fue que vieron la actividad como una de las más rentables del momento, aunque reconocieron que existe mucha competencia, pero filosóficamente señalan: “el sol sale para todos”. Dicen que la gente los adquiere de acuerdo a su presupuesto.
“TUVE QUE CERRAR MI NEGOCIO ‘NO ESENCIAL’”
Beatriz Adriana Trejo, quien vende en una de las entradas del mercado municipal Felipe Carbajal Arcia, dijo que su giro comercial es otro, pero que al no ser una actividad esencial no se le permite poner su negocio, de ahí que optó por vender cubrebocas, que ofrece en 20 y 30 pesos y tiene exhibidos con el logotipo de varios clubes de futbol, así como de personajes animados para los niños, y para los adultos, de sus grupos musicales.
Juan Cruz, de 60 años, quien padece diabetes y que por ese motivo le amputaron tres dedos de uno de sus pies, comentó que vender cubrebocas lo vio como una opción para obtener algún ingreso y así poder pagar su renta, luz, agua y los gastos de la comida.
Dijo que los gobiernos sólo se concretan a decirles que se queden en casa, pero que sólo las familias saben sus necesidades y que por eso, aunque arriesgando la vida, tienen que salir a buscar el sustento de cada día, y que por eso vio la opción de vender cubrebocas de los llamados sencillos, que ofrece a tres por 10 pesos.
INCONGRUENCIA: FRIEGAN AL POBRE Y CONSIENTEN AL RICO
Sentenció que si tuviera los medios de sobrevivencia se quedaría en casa como lo indica el Sector Salud, pero que lamentablemente, es una persona que a su edad tiene que trabajar para sufragar sus gastos.
A las autoridades les recriminó porque no cierran los grandes establecimientos como Aurrera, Soriana, Coppel y Elektra, que es ahí donde se dan las grandes aglomeraciones y no en los pequeños negocios, que son los que mueven la economía local.
Finalmente, la familia Porras, quienes siempre se han dedicado a la venta de ropa, igual, al permanecer cerrado su negocio por no ser de la rama esencial, en estos días expenden cubrebocas e incluso, para promocionarlos y hacer más atractiva la venta, los colocaron en maniquís a los que les pusieron como toque especial, gafas y con la finalidad de que si no venden una cosa, venden otra… o quizás, los dos artículos.