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Los casos de Argentina y Chile

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La importancia de vincular el sector emprendedor e innovador a la educación  

En Argentina, la educación del emprendimiento se inició relativamente tarde en comparación con otros países en América Latina; en el año 1996 solo cuatro por ciento de las universidades argentinas contaban con asignaturas relacionadas con el emprendimiento. Pero gradualmente, numerosas universidades mostraron interés por este y diseñaron programas de grado y posgrado cons lo que promovían la cultura de emprendimiento entre sus alumnos. Actualmente, Argentina se ha convertido en uno de los países con mayor potencial en el rubro. Se señala que 50 por ciento de los emprendedores más dinámicos son graduados universitarios.

El emprendimiento se trata de una fuente de empleos para el mercado laboral. En comparación con China, a pesar de la saturación del mercado laboral, el número de graduados universitarios va en aumento. Para solucionar el desequilibrio entre la oferta y la demanda, el gobierno chino refuerza la formación del emprendimiento para generar nuevos empleos.

No obstante en Argentina, el problema no es la saturación de mercado laboral, sino el desempleo. El informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en 2017, señala que el desempleo en los jóvenes de 16 a 24 años es el más alto de América Latina, alcanzando 23.63 por ciento, que es tres veces el promedio en la región (8.5 por ciento). Ante esta situación, para elevar la tasa de empleo y solucionar los problemas conllevados, las universidades argentinas han establecido sistemas de educación para que los estudiantes puedan adquirir conocimientos, capacidades y aptitudes necesarios para autoempleo o para emprendimiento.

Los obstáculos de los universitarios en el camino hacia el emprendimiento son, por un lado, la escasez de experiencia y formaciones necesarias, y por otro lado, la falta de acceso a los recursos necesarios. Por lo tanto, para cumplir la necesidad de los estudiantes que tienen ganas de abrir su propio negocio, las universidades ofrecen materias optativas como instancias de capacitación o asesoramientos. Por ejemplo, La Universidad Católica Argentina creó un centro de emprendedores para ofrecer el apoyo metodológico acerca del diseño de proyectos, y firmó un acuerdo de colaboración con Endeavor Argentina; en lo que las empresas argentinas colaboran con la universidad brindando prácticas y recursos necesarios para que los graduados puedan desarrollar sus propios negocios independientes.

Desde el año 1997, la Universidad de San Andrés comenzó a establecer asignaturas, conferencias y otras actividades para motivar y alentar a la iniciativa del emprendimiento en sus estudiantes, equipándoles con las capacidades y conocimientos necesarios. En cuanto a los profesores, se señala que 50% de los encargados de la formación han establecido su propio negocio. A esto cabe añadir que algunas universidades invitan a emprendedores como especialistas o mentores, para dar asesoramientos a los graduados.

Emprendimiento en Chile

En Chile, el emprendimiento e innovación en la educación, han sido uno de los principales objetivos de la política nacional. Para seguir el paso del mundo y aumentar su competitividad, se han aplicado muchas políticas de innovación por parte del país y universidades. La educación superior ha sido uno de los responsables para promover la cultura emprendedora, por lo que los estudiantes obtienen habilidades, conocimientos y capacidades para insertarse en el mercado laboral y emprender sus propios negocios o autoempleo. Chile presta cada vez más atención a la formación del emprendimiento de diferentes formas, tales como organizaciones entre universidades, incubación de emprendimientos innovadores y programas de fomento y desarrollo del emprendimiento etc., dado que la educación es el principal pilar del poder blanco del país. En parte, la formación del emprendimiento juega un papel muy importante.

Para fomentar la cultura emprendedora en el nivel superior, con el fin de formar estudiantes con habilidades para realizar actividades de autoempleo, muchas universidades chilenas han tomado medidas y planes para mejorar la educación de emprendimiento en los estudios generales, y no solo en los relacionados con la economía y administración. En la Universidad de Desarrollo, destacada en el ámbito, se han tomado ciertos planes para fomentar dicha cultura. Se requiere que los estudiantes tomen un curso relacionado con el emprendimiento, que es obligatorio, mediante el cual los alumnos pueden obtener los conocimientos que van a requerir para montar su propio negocio o empresa.

Además del aprendizaje, se valoran mucho las habilidades de interacciones con diferentes personas, cooperación, liderazgo, toma de decisiones, etc., las cuales se pueden obtener a través de las conferencias y encuentros donde se reúnen empresarios y emprendedores que tienen experiencias abundantes. En la Pontificia Universidad Católica de Chile, Incuba UC, Incubadora de Negocios y los proyectos de I+D, tienen el fin de facilitar emprender los negocios, crear diversas redes de contacto y compartir ideas y experiencias.

También cuentan con planes específicos de Asesorías y Mentorías, mediante los cuales se puede conectar con los mejores emprendedores para acceder al financiamiento público y, además de las redes nacionales, se mantienen contactos con instituciones de varios países, como Estados Unidos, y otros de Europa y Asia.

Para ofrecer más oportunidades relacionadas con las actividades emprendedoras para los estudiantes, en algunas universidades chilenas, también hay talleres de cuarenta horas por semestre cada uno, en los que los estudiantes pueden conocerse a sí mismos, tanto en la creatividad como en el liderazgo. Aunado a ésto, las organizaciones como I+D y OpenLab, antes mencionadas, realizan regularmente concursos de diseño de plan de negocios, seminarios de emprendimiento y conferencias de graduados con exitosos negocios.

Es indiscutible el lugar que ocupa Chile entre los países latinoamericanos en el territorio de emprendimiento. Por parte de sus universidades, se ofrecen grados y másters ligados al emprendimiento, tales como ADE, Economía y MBA, etc., por lo que los profesores juegan un papel muy importante en la enseñanza. Se necesitan cada vez más catedráticos que no solo se dedican a la academia, sino también a aprender a ser buenos guías para gestionar las investigaciones y la cooperación con otras universidades y empresas.

Al mismo tiempo, aunque en algunas universidades, los profesores no son pagados tan bien como en otras instituciones, el prestigio, la flexibilidad y la estabilidad siguen siendo factores muy importantes para quienes se quedan en las universidades.

Por parte de las instituciones académicas, tales como la Universidad de Chile y la Universidad de Concepción, se han mejorado los planes de estudios, especialmente los cursos de ADE y Economía, etcétera.

En muchos países latinoamericanos, se está buscando la reforma del emprendimiento en la educación superior, especialmente en los países de Argentina y Brasil, incluido Chile, el más avanzado en el ámbito. Para seguir adelante y fomentar la cultura emprendedora, los dos países -Argentina y Brasil-, deberían aprender de los países avanzados y los frutos maduros que se han dado. Con el desarrollo y la cooperación, se ha mejorado y logrado más resultados.