CINE DE HOY

Una de las primeras sorpresas de la segunda edición de Talento Emergente del 2016, es la ópera prima de la argentina María Luján Loioco, La niña de los tacones amarillos.
Basada en un guión de la propia realizadora, la cinta narra la historia de Isabel (Mercedes Burgos) una humilde niña de 13 años que vive en un pequeño pueblo, y sueña con ir a la ciudad.
La tranquilidad pueblerina es rota por la llegada de un grupo de obreros que van a construir un hotel.
Su madre soltera consigue el contrato para alimentar a los trabajadores, lo que implica que la chica la acompañe, despertando las lujuriosas miradas de Miguel (Manuel Vignau), un obrero que descubre que es muy fácil conquistarla con dulces y baratijas, y promesas de llevarla a la ciudad con ella.
Isabel descubre sorprendida su sexualidad y que le puede servir para conseguir objetos que desea, como los tacones amarillos del título.
Pero resulta muy ingenua para prostituirse y en un pueblo tan chico como el que vive, pronto será señalada por todos.
En la cruda escena final, la chica regresa a la escuela cabizbaja acompañada por su hermano.
Pese a su modesta apariencia, atrae las miradas de los pueblerinos.
Loico dirige el asunto con gran sobriedad, sin buscar el amarillismo o el chantaje sentimental, contando además con una actuación sobresaliente de Mercedes Burgos, que construye un entrañable personaje que nunca termina por perder su ingenuidad.
La niña de los tacones amarillos resulta pues una recomendable visión del mundo femenino latinoamericano y es una de las gratas sorpresas de este Talento Emergente 2016.