Lodazal de mezquindades…

Lodazal de mezquindades…

Pido la palabra

Cada día se confirma para lo que tradicionalmente ha servido tanto gasto en campañas, tanto tiempo invertido en recorridos por los municipios, tanta alharaca gritando la venida de nuevos tiempos en los Congresos legislativos, el Federal y los Estatales, si finalmente lo único que los legisladores han podido demostrar con sus actitudes es que estamos en presencia de la misma gata pero mas revolcada, la misma grilla de siempre, sangrando al presupuesto sin desquitar lo que están cobrando por representar nuestros intereses ciudadanos.

Démonos cuenta para lo que ha servido la confianza depositada en los legisladores, solo para pelear absurdamente por lo que más conviene al Partido Político al que pertenecen, enseñando que esa es la peor concepción de una lucha social; una lucha en donde alguien les marca la línea de acción, deja de ser lucha y se convierte en sumisión para su subsistencia.

Estoy seguro que los mexicanos no elegimos a nuestros legisladores para que se dejaran mangonear como títeres; se que al depositar nuestro voto lo hicimos a favor de gente que se supone pensante y no peleles de intereses ajenos a la realidad social, por esa razón, la gente se aleja cada vez más de la política, como si esa ciencia fuera la responsable de todos los males, sin darnos cuenta que son los políticos los que provocan el daño al tergiversar los principios de ésta.

Las distintas corrientes que no políticas y sí de intereses personales, viven en eterna lucha por la obtención de los “huesos” y que al no conseguirlos (pues no alcanza para todos, solo para los más cercanos al que parte el queso) buscarán a través del chantaje y presiones internas lograr sus objetivos; en algunos casos no buscan las posiciones para servir a la ciudadanía sino por los beneficios económicos que estos les representa. Hoy lo vemos con la Jefatura de Gobierno de la CDMX, los que se sienten traicionados porque no salieron en la foto, ahora amenazan con el voto de castigo a favor de la ratificación de la fiscal capitalina. Ya nos damos cuenta que las convicciones dependen de los intereses o de la repartición de los huesos políticos.

Es de reconocer que no todos los políticos están cortados con la misma tijera, tampoco es bueno embarrar a los que en verdad desean seguir los principios básicos de sus Partidos que en esencia son dignos de tomarse en cuenta, por ello, no es posible concebir que en el Congreso no busquen debate de altura, y con ello, coincidencias que nos permitan progresar como Nación, siempre oponiéndose sistemáticamente a todas las iniciativas de los otros partidos políticos.

Por eso no avanzamos, pues siempre van al frente los intereses mezquinos, viviendo en una eterna lucha de los contrarios; antagonismos cuya bandera ha sido enfrentar a la derecha contra la izquierda, a los ricos contra los pobres, a los patrones contra los trabajadores, en síntesis, una ridícula polarización que no nos permite salir del hoyo en el que paulatinamente y por las razones antes expuestas, nos han ido metiendo nuestros ilustres representantes cada vez más impopulares. Esa es la razón por la que sigo insistiendo que es la misma gata, pero todavía más revolcada.

Debemos poner un hasta aquí a los vividores de la política, ya basta de tanta impunidad, chantaje y caprichos, ya no sigamos en esa espiral fundamentalista a la que los grupos de presión nos han ido empujando, su deber Señores legisladores es en primer lugar con la ciudadanía y no con sus Partidos Políticos, no les pedimos mucho, solamente ¡YA PONGANSE A TRABAJAR¡ y lleguen a los acuerdos que nos permitan crecer, olvídense de ridiculeces que solo sirven para sus informes de labores anuales, cuando nos damos cuenta que todos llevan el mismo script como si personal y directamente hubiesen participado en dichas acciones. Somos parte de un estado democrático, no lo convirtamos en un estado sometido.

Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.

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