Lo que duele es el bolsillo

TEMPORAL

El trasporte público ($220.30 mensualmente por persona) ocupa el segundo lugar de gasto en la canasta no alimentaria urbana, sólo por debajo del gasto en educación, cultura y recreación ($257.60). Con el aumento de 25% mencionado, el gasto en trasporte superaría a este último rubro de gasto del hogar ($275.37).

 

 

Una vez que entró en servicio, me di a la tarea de viajar en Tuzobús en mi trayecto cotidiano de casa al trabajo y viceversa. Comúnmente me trasporto en automóvil, por lo que para mí no es única opción, como si ocurre con miles de pachuqueños. Por años también viajé en Metro y ocasionalmente he viajado en el Metrobús de la Ciudad de México, el primer BRT que se puso en operación en el país.

            Usando el transporte de manera unipersonal, si considero el consumo de combustible de mi automóvil, usar el Tuzobús me representa un ahorro de 43% por viaje. Sin embargo, contemplando esperas y transbordos, la duración del viaje es 65% mayor. Si además se toman en cuenta las incomodidades de un trasporte masivo, sobre todo en horas pico, la relación costo-beneficio se reduce notablemente para el usuario no frecuente.

            Como ya se sabe, para quienes si eran usuarios frecuentes de las rutas que salieron de operación, el costo del transporte aumentó 25%. La duración de su viaje también es mayor, pues emplean entre 10 y 15 minutos más en esperas y transbordos, en el mejor de los casos. Desde luego, las unidades de las rutas alimentadoras y el propio Tuzobús son mucho más cómodas, pero a mi juicio no compensan el tiempo y dinero extra invertidos.

Entre los mejores sistemas BRT del país se encuentra el Metrobús de la Cd. de México, que cobra $6.00 y ofrece gratuidad a personas de 70 años de edad en adelante, personas con discapacidad y menores de 5 años de edad. Otro es el Macrobús de Guadalajara. Éste cuesta $7.00, con descuento de 50% a estudiantes, profesores, personas de capacidades diferentes, de la tercera edad y niños menores de 11 años. El costo por viaje en Tuzobús es de $8.00, y ofrece descuento a personas con discapacidad y adultos mayores.

El trasporte público ($220.30 mensualmente por persona) ocupa el segundo lugar de gasto en la canasta no alimentaria urbana, sólo por debajo del gasto en educación, cultura y recreación ($257.60). Con el aumento de 25% mencionado, el gasto en trasporte superaría a este último rubro de gasto del hogar ($275.37).

A su vez, el aumento por sí mismo supera al gasto mínimo contemplado para enseres domésticos y mantenimiento de la vivienda; cristalería, blancos y utensilios domésticos; y artículos de esparcimiento. Bienes a los que las familias tendrían que renunciar, bajo los supuestos con que se construye la línea de bienestar para medir la pobreza.

Lo que duele más es el bolsillo. Por ello, una las medidas adoptadas para atemperar las protestas fue su gratuidad durante los primeros días de la presente semana. Medida que ciertamente acrecentó la afluencia de usuarios, pero no necesariamente se conservará en el futuro.

Aún con las bondades del nuevo modo de transporte, falta tiempo para que se diluya la inconformidad. Por lo que, dado que el servicio que presta el Tuzobús es más caro que en otras ciudades con mejor dinámica económica, no vendría mal un esquema de descuentos más amplio.

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