En contra del sectarismo y corrupción
• Las calles y plazas de Irak y el Líbano son escenario de amplias protestas que recuerdan la Primavera Árabe
Sin embargo, los ciudadanos de estos países que no vivieron las revueltas de 2011
EFE.- En ambos países el sectarismo ha alimentado guerras y ha sido explotado por las élites gobernantes y las diversas facciones políticas con sus milicias armadas, pero ahora los libaneses e iraquíes muestran un espíritu de unidad novedoso, portando por primera vez sólo la bandera nacional, y no símbolos religiosos o políticos.
Las protestas que dieron comienzo a principios de octubre en Irak y a mediados de mes en el Líbano “nacen de la frustración de amplios sectores de la sociedad respecto a la clase política que ha fallado al ofrecer condiciones de vida dignas y es considerada corrupta”, explica el encargado de Irak, Líbano y Siria para “think tank” (laboratorio de ideas) Crisis Group, Heiko Wimmen.
En Irak, “la humillación es especialmente manifiesta debido a las enormes recursos del país, que no llegan al pueblo”, en referencia al petróleo, cuya producción se duplicó en la última década situando al país árabe como el quinto productor a nivel mundial, según datos de la Agencia Internacional de Energía. “Los motivos de las protestas son puramente sociales”, afirma el experto.