Letras y Memorias

Ensayos sobre el amor I

  • “El amor es la única respuesta sensata y satisfactoria al problema de la existencia humana”; Erich Fromm

Somos seres excepcionales sumergidos en un océano aún más excepcional, lleno de estrellas, polvo cósmico, diamantes estelares y otras rarezas que ante nuestros ojos resaltan como un colorido jardín en medio de la nada.

Hace no mucho alguien a quien quiero, me preguntó cómo es que llegué a hacerlo. Y luego de pensarlo con claridad y retrospectiva le dí una respuesta que a ambos nos dejó satisfechos pero, que a la par, me hizo pensar buena parte de la noche en eso a lo que llamamos destino.

¿Es esto, el querer a alguien, producto de un escrito previo que simplemente nos alcanza en el momento en que aparecemos en este mundo? ¿O es que se trata de una serie de decisiones inconscientes que nos alcanzan conforme los pasos se cansan?

Al final del día puede que no sepamos del todo cómo es que llegamos a querer a ciertas personas pero, de eso es que se trata la magia de esta energía llamada amor.

Decía también el laureado y muy respetado “Príncipe de la Canción” José José que, “amar y querer no es igual”, pues sostenía en su canción que una cosa -la primera- se trataba de sufrimiento mientras que la segunda -el querer-, significaba gozo.

Partiendo de aquí hemos de entender que puede que ambas cosas sean lo mismo pero asimiladas desde experiencias diferentes, pues quizá lo que para algunos sea gozo, para otros más será un total camino al Gólgota, trasladado al querer y al amar.

Quizás en muchas ocasiones uno ha sido más feliz simplemente queriendo (sin intención de posesión o apropiación), que amando (dando todo sin esperar que haya algo a cambio). Lo cual es válido pues uno aprecia a las personas y cosas, de acuerdo a la capacidad de aferrarse o soltar, de ceder la libertad individual o de anhelar algo más allá.

La vida es este compendio extraño de sensaciones y emociones que nos conducen por laberintos dignos del mito de Ariande y Teseo, y ese hilo mágico que aún hoy muchos asumen como la vía para superar barreras, obstáculos y penumbras, guiados siempre por el ovillo cargado de amor y fuerza.

Y es que, ¿qué es entonces el amor y cómo se vive? ¿Por qué queremos a las personas? ¿Cómo es que somos capaces de amar aún cuando sabemos que nuestro lugar no está en ese hueco? No sé, no sabemos. El amor no es una decisión razonada sino apasionada, entregada en totalidad a ese montón de sueños y placeres que nos produce el cocktail dulce de dopamina, adrenalina y norepinefrina; que en conjunto nos brindan paz, vigor cardiaco y muchas noches de insomnio y suspiros que buscan alcanzar la cama del ser querido, amado con fervor.

Si bien ahora, sólo tenemos en mente el amor a un ideal convertido en persona, materializado en unos ojos cafés y cabellos largos, uñas tintadas de rojo y labios dulces; no todo en esto tiene que ver con el deseo erótico sobre una persona, porque uno bien puede amar lo que hace, lo que le deshace, y aquello que le da dicha, como podría ser una noche de camping, un paseo por el bosque o una puesta de Sol en nuestra ciudad… el amor es eso, es una declaración de gratitud por todo aquello que nos llena el pecho y nos regresa el espíritu al cuerpo para fusionarse con el liviano esqueleto.

Pero eso es otro tema y será producto de otro texto.

¡Hasta el próximo martes!

Postdata: Amar y querer no es igual, pero sin duda, puede darnos tanto placer y dicha, como nosotros sepamos aceptar.   

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