La incursión de Laura Bozzo en las plataformas digitales no fue tan afortunada como ella esperaba, así que decidió asumir su error y cancelar su canal de videos en YouTube pocos días después de su lanzamiento.
La peruana pensaba replicar en las redes el mismo éxito que tenía su programa de televisión. Se proponía atender los casos que la gente le enviara, denunciar a los “desgraciados” y hacer justicia, pero los números no mienten y acumuló más rechazos y críticas que suscriptores, de manera que el proyecto fue abortado cuando apenas comenzaba a cobrar vuelo.
Experta como es en la medición de audiencias, Laura sacó las cuentas y concluyó que dos mil suscriptores no hacían frente a los más de seis mil comentarios en contra que acumulaba cada uno de sus videos. Lo que pudo escapar a sus cálculos es que los internautas tienen más capacidad que los televidentes de elegir el contenido que desean ver y además pueden expresar su opinión, que en este caso no la favoreció en absoluto y optó por retirarse..