Cumbre del clima en Bonn, Alemania
• Mientras las alarmas sobre el calentamiento se disparan las complicadas negociaciones para aplicar el Acuerdo de París avanzan lentamente
Desprenderse de los combustibles fósiles es una tarea realmente complicada; son la sangre que recorre las venas de la economía mundial
Nicolas Hulot, ministro francés de Transición Ecológica, se remontó esta semana miles de años atrás, hasta la edad de piedra. En concreto, al momento en el que el ser humano transitó hacia la edad de los metales.
“El cambio no se hizo porque se acabara la piedra, sino porque la alternativa era mejor”, dijo este conocido ambientalista desde la Cumbre del Clima de Bonn, que se ha cerrado a primera hora de este sábado.
Hulot se refirió también a una nueva transición: la que debe sacar a la humanidad de la actual era de la combustión. Y esa transformación, como intentó explicar el ministro francés, no se debe hacer porque se agoten los combustibles fósiles –el carbón, el petróleo o el gas natural–, sino porque la alternativa es “mejor”.
De hecho, los estudios científicos apuntan a que una parte importante de las reservas de combustibles fósiles deberán dejarse bajo tierra si se quiere evitar que los efectos del cambio climático sean catastróficos. Francia, recordó Hulot, ha vetado ya las prospecciones en su territorio en busca de petróleo y gas.