PULSO DEL MEZQUITAL
Cuando Miguel Ángel Tello, titular de Planeación en Hidalgo, caminaba facherito, facherito, presumiendo que el Mezquital era otro a partir de que él se encargó de la política regional, solo podíamos entender que en verdad se creyó esa historia o bien, que su intención era propagandística para hacer ver que el amor flota en el aire, aún cuando la tempestad se arroja encima a esta zona del estado, que si fuera madera, sería de esa que no agarra el barniz.
Poco le duró el gusto al súper secretario para presumir un nuevo Mezquital, para ahora hacerse como camión de la Coca, nomás echándose para atrás. Y es que en esta región, la costumbre es más fuerte que el amor.
En el Mezquital, las casualidades están en contra, porque no dejan brotar las buenas noticias que tanto quisieran los políticos que veamos, pero para la mala suerte, cada día nomás se esconden. Cuando no es un homicidio doloso, narco-mensajes, fosas clandestinas, cierres carreteros, retención de funcionarios, donde ya no se siente lo duro sino lo tupido.
Y es que siempre vemos el negrito en el arroz. Por lo menos esa es la percepción que tienen nuestras autoridades en relación a las noticias que día con día difundimos y consumimos, donde pareciera que no quisiéramos o nos negáramos a reconocer los avances que hay y registrar sólo las cosas malas.
No es que la burra sea arisca. Pero cuando queremos amanecer con alguna buena noticia, alguien allá afuera debe ser algún conspirador que se niega a darnos esa felicidad y entonces la depresión masiva nos invade, porque los problemas que parecían ser, si no de otras dimensiones, sí de otras regiones muy lejanas a nosotros y que ahora nos están invadiendo.
Lo único que queda, es mirar hacia otro lado, quedarse callado o hacer como que no pasa nada, como si la capacidad de asombro nos las hayan arrebatado, pero no, más bien es un asunto de resistencia y sobrevivencia.
Y no es que el Mezquital sea diferente a otras regiones del estado en cuestión de problemas, pero sí existen algunos asuntos que a todos ponen los pelos de punta. En estos casos, la autoridad es la que se hace como el tío Lolo, volteando hacia otro lado, a pesar de que conocen y saben del origen de los mismos.
Precisamente, cuando creímos que un gobierno inauguraba una nueva forma de relación del poder con el pueblo en torno a la aplicación de la ley, descubrimos que los usos y costumbres se continuarán imponiendo por encima del estado de derecho. Por lo menos eso se dio a entender con la negociación para liberar a un funcionario municipal de San Salvador, acusado de diversos delitos cometidos en el marco de los usos y costumbres, pero que por la presión social y política del alcalde de este lugar, se impusieron los acuerdos antes que la ley.
En corto:
- El síndico de Actopan, Alejandro Chapey, continúa ironizando sus dichos en contra del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
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