• En el país, las protestas se han multiplicado durante estos años, sin que el gobierno, en el Poder Ejecutivo o Legislativo, revisen lo que está sucediendo con los cobros
Son miles las quejas de los ciudadanos ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por los cobros desmedidos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y se ha convertido ya en la empresa con mayor número de quejas por mal servicio o cobros. Al concluir el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, quien prometiera rebajas en las tarifas del consumo de energía, gracias a la reforma energética aprobada en 2013, los ciudadanos continúan irritados por el cobre absurdo e infundado por el consumo de energía eléctrica.
En el país, las protestas se han multiplicado durante estos años, sin que el gobierno, en el Poder Ejecutivo o Legislativo, revisen lo que está sucediendo con los cobros. Hay ciudadanos que han sido golpeados por policías al oponerse al cambio de los medidores mecánicos por digitales, como sucedió en Atizapán en las colonias Bosques de Iztacala y Emiliano Zapata, en julio de 2017; a la vez que en Ciudad Juárez, Campeche, Jalapa, Villahermosa, Tuxtla o en Pachuca, son algunas de la ciudades donde se han dejado escuchar los ciudadanos.
El Pachuca, los vecinos del El Saucillo han protestado airadamente en más de una ocasión o las recientes protestas en Ixmiquilpan, donde ciudadanos de “Pinalito”, comunidad del Cardonal, también han mostrado el enojo de los ciudadanos en Hidalgo por los cobros injustificados y absurdos de la CFE. Esos son sólo algunos de los ejemplos, pues en Tula y Tulancingo se han registrado protestas.
En Pachuca, Hidalgo, desde hace ya 5 años he estado haciendo una investigación, recogiendo los datos del consumo de electricidad en una zona residencial de 24 casas y los resultados van de lo absurdo a lo grotesco. Lo peor de todo, es que debido a los cobros absurdo del a CFE, dos de las familias que habitan en esa zona residencial de Pachuca desde hace varios años decidieron quedarse sin medidor y colgarse a la red de la CFE, sin que ésta haga algo para impedirlo.
En un estudio realizado en una privada de 24 casas habitaciones, una de ellas visitada a petición de sus dueños por la CFE y la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) en 2013, que atendió las indicaciones de las instituciones al eliminar focos incandescentes y ahorradores al sustituirlos por LED; cuyos dos habitantes trabajan durante el día y han llevado al extremo el ahorro de energía, sigue pagando recibos que van de 555; 654; 799; 875; 962 y hasta 1542 pesos. La única explicación racional probable la ha dado el empleado de la CFE, al afirmar que el cambio de medidor de engranes a digital ha disparado el consumo.
Pero en este caso de estudio, cómo puede explicar la CFE que en dos casas de tres niveles, habitadas por cuatro y cinco personas, paguen facturas que van de los 463 a 281 pesos, para la primera, y de 275 a 213 pesos para la segunda. A la vez, cómo puede explicar la CFE que en dos casas donde habitan 5 personas con hijos estudiando en diferentes niveles de educación, su consumo pueda ser de entre 261 a 297 pesos para la primera y de entre 261 a 560 pesos en la segunda. Además ¿Cómo explicar que una casa, que mantiene las luces de entrada y de la zotehuela encendidas día y noche, pueda pagar una factura de entre 223 a 359 pesos y la caseta de vigilancia pueda tener consumos de entre 642 a 410 pesos?
Pero no son sólo los hogares quienes están inconformes con la CFE. Los empresarios están furiosos en todo el país; en Pachuca, recientemente, la Canacintra ha conseguido eliminar de manera temporal el nuevo esquema tarifario de la CFE, que elevó las tarifas en más de 60%. Esta es la realidad que enfrentan ciudadanos y empresarios en nuestro país.
