Laguna de Voces

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Laguna de Voces

UNA LÍNEA DE TRANSPORTE IRRESPONSABLE

¿Qué haremos cuando estemos en la terminal donde concluye la vida? ¿Nos enojaremos porque el vuelo llegará atrasado, o agradeceremos ganarle unos minutos, a lo mejor unas horas, a la existencia que, ahora lo sabemos, tiene una fecha de caducidad imposible de aplazar por tiempo indefinido?

Porque, así dice la conseja popular, podremos escapar de cualquier compromiso, pero nunca del que aceptamos y firmamos desde el nacimiento.

Ahora miro con curiosidad a los pasajeros que voltean una y otra vez, escuchan a una mujer de lentes que se ríe por quién sabe qué razones, pero es contagiosa en su carcajada. Nadie diría que, al igual que todos, está por abordar un vuelo con un destino igual de incierto al que la trajo a esta tierra que navega sin rumbo en el universo.

Hay poca seriedad en las compañías aéreas que fueron destinadas al transporte para otros mundos, porque cuando deben llegar puntuales se tardan horrores, y cuando lo contrario están listas hasta con anticipación.

La verdad es que nadie quiere quedarse cuando se sabe que la fecha llegó, igual que la hora y el día.

También nos enteramos de que el Rey Pelé está muy, pero muy enfermo, pero que no ha muerto. Por lo menos antes de las 22 horas es lo que se dice, y como en la terminal no aparece el anuncio cuando podemos cruzarnos en el camino con semejante personalidad, entonces seguramente es así.

Un matrimonio que a leguas se ve que nunca la han llevado bien, se notan por fin apaciguados, y cada cual se remite a pensar que, con suerte, no estarán juntos a donde quiera que vayan a parar.

Se trata de una terminal fea, y todos esperaban que fuera un poco más llena de lujos. Ahora un vecino de asiento en la sala de espera habla chino, pero es asunto de presumir, que dicen en esos lugares para donde compramos boleto ya no hay idiomas.

Pasan más horas.

Resulta que no, que el vuelo se suspendió, que si lo vemos con calma es para agradecer lo sucedido.

Muchos están furiosos, porque estaban decididos, totalmente en actitud de aceptar lo que pasaría.

Aunque después de todo, parece que a cada cual le llega su momento, y por lo que se ve, ahora tendremos que empezar el trámite desde el principio.

El problema es que cuando uno deja la terminal de donde habría de partir, es para empezar en el nacimiento mismo, sin nombre claro, mucho menos destino alguno.

Esto de empezar lo que ya se había padecido, por culpa de una línea irresponsable, la verdad sí molesta.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta