LAGUNA DE VOCES

* ¡Adiós don Carlos!

 

Varios vecinos estamos preocupados porque no sabemos cómo decirle al señor Carlos Slim que vamos a cambiarnos con la competencia. Durante varias semanas nos hemos reunido para escribir la carta que le dirigiremos, y en la que habremos de explicar que simplemente nuestra relación con él ya no podía seguir, con todo y que muchos la heredaron desde sus padres.

            Por momentos hasta nos sentimos avergonzados, porque darle la espalda a la compañía telefónica que por tradición nos ha cobrado una renta inventada, además de prestar un servicio infame de internet, no tiene nombre, además de que quién sabe lo que pensará el señor Slim cuando sepa que ya no somos sus clientes.

            Seguro hasta puede entrar en una profunda depresión, lo que por ninguna circunstancia queremos, y por eso es que meditamos hasta muy altas horas de la noche, la forma en que le informaremos que lo dejamos no por falta de cariño, como dice la canción, pero en nombre de ese casi amor es que le decimos adiós.

            ¡Pobre hombre, lo que va a sufrir cuando se entere que perdió 15 o 20 clientes bien pagadores!

            Porque, sépanlo, aunque con cualquier lluvia nos quedábamos sin teléfono y el dichoso internet hasta por dos semanas, nunca fuimos tan mezquinos como para pedirle que nos reembolsara el dinero por ese tiempo perdido. ¡Nuncamente! Siempre comprendimos los gastos que hacía para mandar a sus técnicos que nunca dieron una, y por cierto no se cansaban de lamentar la difícil situación económica que vivían con la Reforma en las Telecomunicaciones.

            Y sin embargo ahora tenemos que decirle adiós. Tenemos miedo eso sí, de que la nueva compañía salga peor que la de siempre, y a ver con qué cara vamos a pedirle que nos acepte de nuevo luego de jugarle al Judas Iscariote.

            Sin embargo sabemos de su buen corazón, y seguro nos recibirá con los brazos abiertos si nos va mal con los nuevos.

            Incluso uno de los vecinos propuso que hiciéramos una coperacha para reunir un poco de dinero y depositarlo en alguna cuenta del señor Slim, porque hasta puede dejar de ser el hombre más rico del mundo con lo que le vamos a hacer, y de eso no queremos ser responsables.

            A ver, ¿a quién le va a gustar que lo acusen de ser responsable de tumbar de los pocos primeros lugares que tenemos en el mundo a don Carlos? Pues a nadie, y por eso intentaremos cubrir cada uno las siguientes tres mensualidades aunque ya no recibamos el servicio. Así, con toda seguridad, pasará este trago amargo que le hacemos vivir.

            Espero que no acabemos arrepentidos y en grupo acudamos a la sucursal para recitar: “vuelve el perro arrepentido, con sus orejas caídas, con el hocico partido, y con el rabo entre las patas”.

            Algo de la culpa que sintió Judas al traicionar a Cristo sentimos todos los que ya firmamos contrato con la competencia del divino maestro.

            Ya hasta empezamos a arrepentirnos, pero de alguna u otra forma seguro que saldremos adelante de este trance, igual que don Carlos, tan buen hombre y bienhechor del país y el mundo.

 

Mil gracias, hasta mañana.

 

peraltajav@gmail.com

twitter @JavierEPeralta

 

 

CITA:

            A ver, ¿a quién le va a gustar que lo acusen de ser responsable de tumbar de los pocos primeros lugares que tenemos en el mundo a don Carlos? Pues a nadie, y por eso intentaremos cubrir cada uno las siguientes tres mensualidades aunque ya no recibamos el servicio. Así, con toda seguridad, pasará este trago amargo que le hacemos vivir.

 

           

           

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