LAGUNA DE VOCES

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LAGUNA DE VOCES

La Tierra tomó sus maletas, y se fue con todo y nosotros a otra galaxia

Es improbable que La Tierra haya decidido cambiar su curso alrededor del Sol, y lanzarse a la aventura por el espacio sideral a fin de guarecerse bajo la sombra de algún planeta hermano de Júpiter, pero sin las consecuencias de una atracción gravitacional avasalladora. Es improbable, pero los fríos y nevadas nunca antes vistos, sobre todo sentidos, han prendido las alarmas y de manera apurada las agencias espaciales de las grandes potencias del mundo buscan orientar los gigantescos radiotelescopios para indagar hacia dónde nos dirigimos.

Será tarea fundamental lanzar vehículos no tripulados que busquen confirmar o desmentir versiones, que hablan de la posibilidad inminente de que uno de estos días despertemos con un nuevo sol propietario de una iluminación blanca, que con todo y que pudiera ser hasta positivo para la salud humana, si modificaría sustancialmente el color de la piel hasta hacernos casi transparentes.

El paisaje acostumbrado del mar cuando se oculta en horizonte el astro rey, sería muy diferente al que nos hemos acostumbrado por siglos y siglos, para convertirse en atractivo de todos los habitantes de La Tierra, y lo que antes era una enorme bola amarillenta, se transformaría en una blanca incandescente. Imposible no caer en la emoción cercana a la locura.

Algunos aseguran que sería difícil olvidar a nuestro sol amarillo, la luz que convierte en súper héroes a los nacidos en Kriptón, pero con algo de suerte uno de luz blanca podría dar como resultado millones de terrícolas voladores y cuerpo de acero.

Sin embargo, es improbable que de verdad nuestro planeta haya cambiado de ruta, y busque dar un paseo por otra galaxia, cansado de la Vía Láctea y la luz amarilla.

Es pues una posibilidad que hoy mismo se considera necesario analizar a fondo, porque de alguna manera se tendría que asegurar el traslado de la Luna a la par que La Tierra, porque nada tan impactante que nuestro satélite natural transparente, es decir una pompa de jabón tamaño familiar desde donde podríamos ver reflejados los océanos, los continentes y todo lo que solo conocemos de oídas.

También será preciso asegurar que en este largo trayecto no choquemos con asteroides, cometas y planetas, o todavía peor, ser tragados por un agujero negro, o una estrella malévola, de esas que abundan en el espacio profundo.

Pero es improbable.

Aunque el frío parece decir otra cosa.

Parece presagiar que lo peor puede llegar si no atendemos los avisos, las señales que se desatan en el cielo.

Luego no digan que no hubo tiempo para hacer algo, y llegar a feliz destino completos, y no en pedazos de países.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta