Es asunto de vivir

Que la vida siempre le sea leve a usted que lee, a su familia, a cada uno de los seres que ama. Que en estos tiempos en que respirar con normalidad es uno de los lujos más preciados, el tiempo le alcance para descubrir la tranquilidad, la preciada tranquilidad de caminar por la vida con la serenidad absoluta que da llenar el pecho con oxígeno, ese que todavía abunda y es gratis para todos.

Algo así deseamos fervientemente, con esperanza constante, porque solo cuando la enfermedad pega cerca, por fin entendemos la cruda realidad de estos tiempos que de pronto nos cayeron encima sin previo aviso, sin pausa para correr o guarecernos en algún lugar donde no llegase este virus que corta el aliento.

A nadie se le desea que aprenda a la mala, y por eso la esperanza es que sin esos golpes decidamos hacernos a un lado y dejar que la ola, la tercera dicen, pase de largo y no nos encuentre en las playas atiborradas de personas, plenas en fastidio y decididas a jugarse todo por unos días de quién sabe qué. Se juega la vida cuando no hay nada que ganar, pero aquí hay mucho que perder.

Hasta para ver la luz al final del túnel debe haber inteligencia, y la inteligencia nunca manda a que todos corran en bola para salir y de pronto descubrir que el túnel da a un voladero. Por simple precaución, aunque sea la mínima, usted y todos debemos entender que todavía no termina la oscuridad, que los vacunados y “aparentemente” salvados son una minoría en comparación con la totalidad.

Existe un camino, pero debe transitarse por él con serenidad, absoluta solidaridad con los demás, sincera preocupación por el semejante. 

Todavía mueren muchas personas; todavía están en hospitales apenas con la posibilidad de respirar.

Aprendamos por fin que no es asunto de un día, un mes, sino de mucho tiempo. No es correr con víveres para damnificados, o levantar losas después del temblor. Es la paciencia, la lenta reincorporación a la vida, y si es necesario, volver sobre nuestros pasos. Es asunto de vivir.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta