LAGUNA DE VOCES

    •    Siempre nos ven la cara de conejos


Celebré la contratación de un paquete de televisión e internet, que nos daba gratis llamadas ilimitadas a cualquier parte del país, pero además, y por si lo anterior fuera poco, al mundo entero con excepción de Cuba. De tal modo que Europa, Asia, África, América y Oceanía estaban a mi alcance sin tener que pagar ningún extra, porque hasta ahora aceptaron los de las telefónicas, que a la velocidad de la luz, que es como se transmite la voz, no implica mandar a poner cables extras ni nada por el estilo, y mucho menos algún esfuerzo de las señoritas que antes preguntaban a dónde quería uno hablar, al tiempo que se escuchaba el ruido de las clavijas. Resulta que ya no existen.
    Luego entonces, la empresa de Carlos Slim nos estuvo viendo la cara de conejos durante años y años, además que prácticamente todos entendíamos y justificábamos pagar aparte las dichosas “Largas Distancias”, en tanto argumentábamos: “no pues sí, está muy lejos hablar hasta Sinaloa, y si es a otro país pues con más razón”.
    En cierto sentido, estábamos seguros que alguien tenía que correr y correr con la línea telefónica al hombro hasta llegar a la población donde queríamos hablar, al borde del infarto pero con la misión cumplida. Sin chistar pagábamos el recibo.
    Con la aparición de los celulares de nueva cuenta este personaje hizo de las suyas. Cobró por años y años al que hablaba, y al que recibía la llamada por razones misteriosas, que nadie ha querido explicar con claridad, aunque una palabra define lo que hizo: sinvergüenza.
    Pero bueno, lo pasado pasado.
    Llegaron las otras compañías y nos insistieron que en un paquete fabuloso, hermoso, único, tendríamos gratis Largas Distancias nacionales e internacionales, para que pudiéramos hablar el tiempo que se nos pegara la gana con los conocidos que tenemos a montones en España, Reino Unido, Francia, Alemania, etcétera, etcétera.
    Gratis, sin ningún pago extra.
    Bendecimos a estos hombres de tan buen corazón, no como ese méndigo “harbano” que nos vio la cara de conejos durante el tiempo que se le pegó la gana.
    Así que un día cualquiera nos propusimos aprovechar semejantes beneficios, y le hablamos a cuanto familiar tenemos en otro Estado del país que no sea donde vivimos. A muchos de plano ni los conocíamos bien, y la plática se redujo a intentar saber quién jijos era él, o la que nos contestaba. Además la mayor parte prefiere los mensajes de whatsup.
    De tal modo que pasada una semana ya no teníamos con quien dar uso a este espléndido plan tres en uno, con tiempo I-LI-MI-TA-DO de Largas Distancias nacionales e internacionales.
    La cosa se puso peor cuando nos lanzamos al mar de la internacionalización, porque de no ser por el hijo de una tía que vive en Londres, Inglaterra, y que la mera verdad ni cuando vivía en México le hablaba, no tenía a quién más marcarle. De tal modo que el gusto no duró ni un día.
    Después busqué números telefónicos de París en el internet, de Ámsterdam, de Berlín, y por el puro gusto de escuchar que me contestaban en otro idioma, que por supuesto no entendía ni entiendo, me dije que sabía aprovechar el PLUS que me habían otorgado.
    Supe que me engañaba solito, que todo lo que me habían dado GRA-TIS no me servía para nada, absolutamente nada. Que me habían visto la cara una vez más, con servicios que ya nadie utiliza, porque los condenados celulares acabaron con el gusto por hablar, y mandarse mensajitos es el presente y el futuro.
    Slim no había sido el peor, tampoco el mejor. Simplemente ya nos acostumbramos a que nos vean la cara de conejos, y hasta parece que lo celebramos, porque hombre que eso de regalarnos TODAS las llamadas nacionales e internacionales, no cualquiera.
    Solo que un día cualquiera, proceda igual que un primo, quien decidió marcar, -en esas épocas que cobraban a precio de oro las ladas a otros países-, hablar al Vaticano para que lo comunicaran con el Papa. Y no, no lo comunicaron con el Vicario de Cristo, pero ya que le había pasado la borrachera, se resignó a pagar un dineral por semejante ocurrencia.
    O tal vez le hable a Vladimir para platicar sobre el Mundial…

Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    Luego entonces, la empresa de Carlos Slim nos estuvo viendo la cara de conejos durante años y años, además que prácticamente todos entendíamos y justificábamos pagar aparte las dichosas “Largas Distancias”, en tanto argumentábamos: “no pues sí, está muy lejos hablar hasta Sinaloa, y si es a otro país pues con más razón”.

    
    
    

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