En el marco del 492 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, cientos de feligreses se dieron cita en la Basílica Menor de Nuestra Señora de Guadalupe, templo conocido como “La Villita” para agradecer los favores recibidos, hacer algunas peticiones o bien reafirmar su fe ante la Virgen Morena, la Reina de México y también conocida como “Emperatriz de América”.

Los creyentes acudieron a diversas horas, aunque también hubo una gran concentración la noche del 11 de diciembre previo a las mañanitas, de igual forma hubo decenas de padres que aprovecharon para comprar la tradicional fotografía del niño o niña vestidas con ropa tradicional en recuerdo a San Juan Diego, persona a la que se le apareció la Virgen en el cerro del Tepeyac. 

Algunas personas acostumbran llevar las imágenes que tienen de la Virgen de Guadalupe en sus casas, a bendecir a la iglesia, otras más acuden en procesión desde diversos puntos de la entidad y colonias de la capital hidalguense, el objetivo es cumplir con sus promesas y hacerlo desde su fe, hay quienes entran de rodillas, otros de pie, al interior del templo no hay bancas ni mobiliario a fin de dar cabida  a un número mayor de personas de las que habitualmente se reciben. 

Una vez concluída la visita, el festejo para muchos se realiza en casa, otros se van a trabajar, mientras otras peregrinaciones de transportistas, rutas de transporte colectivo y más llegan al recinto que al menos cada 12 de diciembre permanece lleno durante todo el día. Así se vivió un año más, la fe guadalupana en Pachuca.