La organización “Psicología y Derechos Humanos” en Tulancingo, hizo un estudio interesante sobre la percepción de la población de esos municipios sobre los migrantes, valdrá la pena ampliar más sobre esos resultados. En el caso de los migrantes Sirios y de otros lugares de medio oriente, recordemos que en nuestro estado hay una importante comunidad de esos rumbos o de sus descendientes. Un núcleo llegó a la Huasteca, otros más a Real del Monte, Pachuca y Actopan.

La historia de la migración es la historia del ser humano, desde Lucy nuestro ancestro mas reconocido, encontrada en 1974 en Etiopía y con mas de 3 millones de antigüedad. De ahí el ser humano se dispersó a todo el mundo. Es hasta el surgimiento de la agricultura cuando se inician los primeros asentamientos humanos.

            Nunca han cesado las migraciones, las causas son múltiples, las más comunes: desastres naturales, sismos, sequías, inundaciones. La pobreza, desempleo, guerras y persecuciones políticas y en algunos casos, inquietudes personales de conocer mundo.

            Nuestro país mismo en su corazón La gran Tenochtitlan se formó, se dice en 1325, en un asentamiento de migrantes venidos de Aztlán, hipótesis más aceptada aunque hay otras.

            En el pasado reciente, bueno de ya casi un siglo y con Estados Unidos como gran foco de atracción de migrantes de México, ha habido un continuo flujo de población hacia el norte y no solo de nacionales sino también de centroamericanos que como ellos, pretenden llegar a EU en busca de mejores condiciones de vida o huyendo de la violencia en sus países, y en ello incluyo al nuestro.

            Los migrantes frecuentemente en su trayecto encuentran múltiples obstáculos, en muchos lugares son vistos con desconfianza, son “el otro, los otros” atribuyéndoseles todos los males o delitos posibles. Recordemos a Donald Trump.

            México tiene una larga tradición de ser refugio para migrantes, momento estelar de solidaridad lo fue con los refugiados Españoles por la guerra civil en ese país en la década de los 30s, no se puede olvidar en ello a los “niños de Morelia” y el papel de Lázaro Cárdenas.

            Y por supuesto que en la década de los 70s ya fuera con el carácter o no, pero huyendo de las dictaduras de Argentina, Chile y Uruguay llegaron migrantes, muchos de ellos serían nuestros maestros, amigos o compañeros de trabajo.

            Y también en esa década llegaron luchadores sociales de Centroamérica perseguidos en sus países. Si esas migraciones eran la cara de conflictos y tragedias, lo que pasa hoy con la migración del medio oriente especialmente de Siria tiene características de hecatombe, es un fenómeno ampliado y dramático del fenómeno.

            Los datos numéricos son alarmantes: en este año se reportan 2000 muertos de quienes han tratado de llegar a Europa y han muerto en el intento, y en cifras conservadoras se piensa que la población que está huyendo, siquiera para conservar la vida, ha sido de mas de 7 millones desde el inicio de la guerra.

            Y también a nivel individual los casos son conmovedores, recordemos la foto del niño Alan en la costa sudoeste de Turquía, solo su padre sobrevivió y ya no le encuentra sentido a la vida. O el caso de la periodista que en Hungría golpeó y le puso zancadilla a un Iraní con su hijo en brazos, hoy afortunadamente asilados en España.

            La respuesta ante esta desgracia ha sido diversa, Alemania, Francia, EU, Inglaterra y Grecia están haciendo esfuerzos de distintas dimensiones para apoyar a los migrantes tanto en su camino como recibiéndolos. Al contrario, principalmente Hungría y Polonia, no solo les han negado asilo, los hostilizan y criminalizan.

            Hoy México no está haciendo honor a su historia, son tibios sus apoyos ofrecidos; 30 becas para que estudiantes que vieron interrumpidos sus estudios terminen su licenciatura, y la posibilidad que tal vez se acepten algunos miles de migrantes.

            La sociedad civil por otra parte tiene ejemplos de solidaridad y trabajo. Para la migración de Centroamérica ha sido un alivio el caso de Las Patronas que tienen 20 años proporcionándoles alimento cuando pasan, y el refugio que el padre Alejandro Solalinde ha creado.

            Y ¿en Hidalgo? La ruta de migración de Centroamérica pasa por parte de nuestro estado en el trayecto del tren por la región de Ápan. La organización “Psicología y Derechos Humanos” en Tulancingo, hizo un estudio interesante sobre la percepción de la población de esos municipios sobre los migrantes, valdrá la pena ampliar más sobre esos resultados. En el caso de los migrantes Sirios y de otros lugares de medio oriente, recordemos que en nuestro estado hay una importante comunidad de esos rumbos o de sus descendientes. Un núcleo llegó a la Huasteca, otros más a Real del Monte, Pachuca y Actopan.

            No lo sé pero seguramente estarán creando una red que permita otorgar algún apoyo a quienes hoy buscan salvar la vida y encontrar espacios de dignidad. Todos tendríamos que sumarnos.

DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN

ARTURO HERRERA CABAÑAS A.C.