HOMO POLITICUS
No es fácil caracterizar las prácticas políticas de los estados de la Unión Europea, que en “apariencia” dejan ver sus estelas civilizatorias como lo implican ciudades modernas, con grandes infraestructuras, respeto ecológico y cuidado al medio ambiente, al derecho de los niños, los ancianos, las mujeres, las familias homoparentales, la preferencia sexual; en fin, de todo aquello que huele a derechos humanos.
Pero Europa y la Europa de la Unión Europea, tienen otro rostro, es el rostro del neofascismo, donde los estados reaccionan con medidas poco o nada humanitarias, xenofóbicas, racistas y ultraconservadoras que se aplican en estos momentos a los migrantes sirios en su mayoría, al grado, de cometer agresiones de Estado que han criminalizado a los migrantes sirios y, no han sido capaz de ver y entender el flujo migratorio Sirio como una crisis humanitaria.
En esta monserga de la Unión Europea, se trazó un “arreglo de Estado”, al estilo de fuerzas oscuras donde la Unión Europea ofreció ayuda económica y la incorporación a este club de países putas, porque se venden al mejor postor, a Turquía a cambio de que cierre sus fronteras a la migración siria, cuestión, que fue ampliamente aceptada por el gobierno turco.
Empero, el gobierno de Turquía, le ha reclamado a la Unión Europea los apoyos económicos que aún no le llegan y, la lentitud para incorporar a Turquía a la Unión Europea, cuestión que le cagó a casi toda la Unión Europea, que se ve impotente de contener el flujo migratorio y se encuentra ampliamente encabronada.
Pongámoslo de otra forma, el contubernio de la Unión Europea con Turquía, es un primitivismo político que atiende a apetitos de mercado, donde la soberanía se vende o se compra a partir de que el mercado no se vea afectado. Más claro, Turquía somete sus decisiones soberanas frente a la migración Siria a cambio de beneficios económicos, no como una medida de orden político, sino, económico. Dicho de otra forma, la Unión Europea es el padrote y Turquía la puta.
Entre más camino hacia el frente y más conozco a la humanidad, más me doy cuenta que las sociedades modernas cambiaron para abusar, explotar a los hombres; para hacer de la humanidad una monserga en nombre de la economía de mercado y de las sociedades de mercado. La verdad de la verdad como dice Chomsky, es que a las elites del poder no les interesan los seres humanos.
