AGENDA EDUCATIVA
La elección del nuevo rector de la UNAM para el periodo 2023-2027 se definirá en los próximos meses. Pero, ¿por qué es relevante la elección de rector en la UNAM en la sociedad y la vida política del país? Una de las razones básicas tiene que ver con lo que podría denominarse como el peso histórico de la Universidad.
La Real y Pontificia Universidad (antecedente de la UNAM) tiene como legado y tradición una de las universidades más antiguas de España (y del mundo), la Universidad de Salamanca. La Real y Pontificia Universidad se fundó en 1551 por orden papal. Como se podrá suponer, se trató de la primera Universidad en América, incluso antes que la afamada Universidad de Harvard que data de 1636.
La primera sede de la Real y Pontifica Universidad se encontraba físicamente en la CDMX, lo que actualmente es el Museo de la Autonomía ubicado en las calles Primo de Verdad esquina con Moneda. También, en la CDMX estaban otras edificaciones emblemáticas como la Escuela de Ingeniería (hoy Palacio de Minería), ubicada en la calle de Tacuba, y el Colegio de San Ildefonso (sede de la Escuela de Jurisprudencia, la Escuela de Medicina y la Escuela Nacional Preparatoria) localizada en la calle Justo Sierra. En ese sentido, es evidente el valor arquitectónico y cultural que aporta la Universidad.
Desde el siglo XVI hasta el siglo XIX la Universidad vivió la lucha entre liberales y conservadores. Por ende, fue clausurada en diversos momentos y clausurada definitivamente en 1867 por Maximiliano de Habsburgo por considerarla “perniciosa e irreformable”.
Pero, la Universidad volvería a refundarse gracias a los esfuerzos de Justo Sierra y la aprobación del presidente Porfirio Díaz el 22 de septiembre de 1910. Justo Sierra en su Discurso Inaugural de la Universidad (UNAM, 2004), marcó el ideario de una universidad con carácter de Nacional centrada en la ciencia, la cultura, la intelectualidad y la investigación “para no olvidarse moralmente ni de la humanidad ni de la patria”.
La refundación de la Universidad Nacional estaría constituida por la Escuela Nacional Preparatoria (impulsada por Benito Juárez y Gabino Barreda en 1876), la Escuela de Jurisprudencia, Medicina, Ingeniería, Bellas Artes y Altos Estudios. Con ello, logró estructurarse el sistema educativo nacional que culminaría con la creación de la SEP en 1921.
Otro de los aportes históricos de la Universidad fue la autonomía. La autonomía universitaria fue un eco de la Reforma de Córdoba de 1918. Pero, en el país sólo logró hacerse patente en 1929 no como una dádiva política sino como resultado de un poderoso movimiento estudiantil. Con ello, la Universidad Nacional logró su libertad académica y su capacidad de gobernarse, lo cual quedó registrado en su ley orgánica.
El resto de las universidades públicas que se erigen en el siglo XX apelarían a esta idea de la autonomía en su vida interna. El valor de la autonomía fue tal que quedaría inscrita en el artículo tercero constitucional y las leyes generales de educación.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, la UNAM tuvo un primer proceso de expansión que pudo verse con la creación de Ciudad Universitaria en 1952 (considerada patrimonio de la humanidad por la UNESCO). Luego, a finales de los años 70 aportó a la democratización de la educación superior a través de la descentralización y creación de otras sedes como las Escuelas Profesionales (ENEPs) y la creación de los Colegios de Ciencias y Humanidades. Ya entrados en el nuevo siglo se crean campus en diversos estados y en el contexto global la UNAM establece 11 sedes en nueve países. Ese es el peso histórico de la UNAM.
@cesar_garcia131