La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) inició ayer su congreso federal en Hannover (oeste), protegido por un fuerte dispositivo policial y entre protestas de manifestantes izquierdistas contra esa formación política.
Las acciones de los manifestantes empezaron a primera hora de la mañana, tres horas antes del inicio previsto de la convención ultraderechista, que acoge a unos 600 delegados del país. Varios policías y por lo menos un manifestante resultaron heridos, comunicó la Policía.
Un agente sufrió heridas en una mano por una botella arrojada por un manifestante. Otro recibió una pedrada en el casco pero resultó ileso. Un manifestante que se había encadenado a una pirámide de metal se fracturó una pierna y fue hospitalizado, señala un comunicado oficial.
La policía utilizó camiones lanza agua para dispersar a los manifestantes que intentaban bloquear las calles cerca del lugar donde se celebra el congreso de AfD. Las fuerzas de seguridad disolvieron uno tras otro los sucesivos conatos de sentadas y bloqueos protagonizados por un par de centenares de jóvenes, según fuentes policiales.
A través de Twitter, la policía de Hannover requirió en paralelo a los ciudadanos a distanciarse de todo acto violento, en una jornada en que hay convocadas varias manifestaciones contra AfD. El objetivo principal del congreso de la AfD, que concluirá mañana, es definir una cúpula y, con ello, la línea del partido, dividido entre una corriente más moderada y la claramente radical.
Se trata del primer encuentro entre los delegados de la AfD desde las elecciones generales del pasado 24 de septiembre, en que obtuvo un 12,6 % y logró su objetivo de acceder al Bundestag (Parlamento federal), lo que ningún partido de ese espectro había logrado desde los años 50, y se erigió además en tercera fuerza a escala federal.