RELATOS DE VIDA
Buen día profesor ¿cómo está hoy? – dijo Margarita mientras entraba al salón de clases – no tan bien como tú – respondió Patricio, docente de química en la preparatoria, desde hace cerca de dos años.
Con una sonrisa de incomodidad la señorita contestó el mensaje, y se acomodó en su pupitre, sacó una libreta y su lapicera para iniciar con la sesión; mientras recordaba las palabras y el tono de voz del docente.
No entendía la razón de la respuesta, y trataba de olvidar; pero era imposible pues a partir de ese día, los siguientes fueron similares, aunque ya no preguntaba y evitaba al profesor, esté siempre buscaba la manera de enunciar mensajes provocadores.
Después de un tiempo y tratando de evitar las palabras incitadoras, Patricio llamó a la estudiante a esperarse después de la sesión; temerosa obedeció -dígame profesor ¿qué necesita? – pues me preocupa que tus calificaciones han bajado, tu desempeño no es el mismo, ¿existe alguna razón? – creo que he estado un poco distraída pero ya pondré atención.
-La situación es que en tres días es la Junta con padres de familia, y supongo que no te gustaria que pasará ese reporte, ¿se te ocurre alguna manera de solucionarlo? – refirió el docente – la verdad no profesor, pero tendré que esperar un castigo de mis papás.
-Eso no es necesario, puedo mejorar el reporte, pero quiero saber si hay alguna propuesta de tu parte para pagar el favor – dijo – no entiendo su propuesta, no quisiera que se molesten mis papás pero no se que pudiera hacer, dinero no tengo – señaló – pero podrías portarte bien conmigo – interrumpió Patricio.
Margarita simplemente asintió con la cabeza y se retiró, y en cada paso pensaba en lo que podría suceder, y en un momento de luz, acudió a sus amigos más cercanos a platicarles lo sucedido, quienes comentaron que había muchos rumores respecto a esas propuestas con otras compañeras; y para frenarlo comenzaron a idear un plan.
La jovencita citó al docente en una de las aulas del último piso de la preparatoria que habitualmente está vacío, mientras que sus amigos aguardaban el momento ideal; de repente se abrió la puerta, el hombre fue directo al blanco, Margarita trataba de esquivarlo tratando de ubicarlo en una posición que permitiera sacar la fotografía, y después se escuchó un ¡clic! Seguido de la luz de un flash.
El profesor volteó a buscar el origen, los estudiantes salieron a proteger a Margarita y el hombre simplemente salió. Las evidencias llegaron a dirección; fue boletinado y simplemente desapareció, quedando como un mal recuerdo.
Años después, Margarita cruzaba por debajo del puente y encontró a un hombre desaliñado, con cartones que contenían fórmulas; en su paso junto a él se estableció un contacto visual, era Patricio quien trató de sujetarla, pero falló porque la reacción de la joven fue inmediata; tiempo después las noticias informaron de un vagabundo encontrado muerto.