CINE DE HOY
Se pueden contar con los dedos de las manos, las actrices que conjugan la belleza, el talento y la versatilidad como la británica Emma Thompson, la nacida el 15 de abril de 1959 en Paddington puede vanagloriarse de tener dos óscares en su haber, uno como adaptadora de la novela de Jane Austen, Sensatez y Sensibilidad y otra como actriz de Lo que queda del día sobre la novela del Nobel, Kazuo Ishiguro en la
que compartió estelares con Anthony Hopkins.
La actriz es recordada en sus inicios en cintas shakesperianas como Enrique V, y Mucho ruido y pocas nueces, al lado de su esposo en esa época Kenneth Branagh, pero poco a poco fue mostrando su versatilidad en comedias como Junior o en dramas políticos como Primary colors de Mike Nichols.
No dudó en afearse para convertirse en Nanny McPhee, La niñera mágica de Kirk Jones.
A últimas fechas la hemos visto cómo la presentadora televisiva Katherine Newbury en la comedia Ellas mandan de Nisha Ganatra, o la temible madastra de Cruella de Craig Gillespie, pero en Bienvenido Leo Grande de Sophie Hyde, que acabamos de ver, tiene uno de sus papeles más conmovedores.
Es Nancy Stokes, una maestra viuda jubilada, que como nunca ha experimentado un orgasmo en su vida, decide contratar, al joven prostituto Leo Grande (Daryl McCormack), que la hace sentir mejor diciéndole “¡que ha tenido amantes más viejas!”.
El valiente desnudo final es el de una mujer valiente que se acepta tal cuál es, sin falsas poses ni rebuscados artilugios.
