En su debut en el Palacio de Bellas Artes, la Sinfónica de Perú vino a México a demostrar que la música se construye en el espacio y en el tiempo, que se precisa de técnica, pero sobre todo que la música se crea desde la pasión, desde la entrega, desde el profundo deseo de comunicar lo mismo la historia de una nación que pintar en la mente de los escuchas el paisaje del mundo.
La primera parte del concierto fue un panorama de lo que ha sido la música peruana a lo largo de tres siglos. Bajo la batuta de su director artístico, Fernando Valcárcel, la Sinfónica interpretó “Rapsodia peruana” de Claudio Rebagliati, estrenada en 1868, inspirada en las festividades patrióticas de Perú.
La segunda parte del concierto resultó un descubrimiento de la música popular peruana, que logró trasladar al Palacio de Bellas Artes de los cañones, montañas y cordilleras, a su diversidad cultural.
El público celebró con amplia ovación la obra “Kuntur” de Lucho Quequezano, quien dijo que la había escrito pensando en el vuelo del cóndor.
DATO
Bajo la batuta de su director artístico, Fernando Valcárcel, la Sinfónica interpretó “Rapsodia peruana” de Claudio Rebagliati, estrenada en 1868, inspirada en las festividades patrióticas de Perú.