Home Nuestra Palabra La serenata

La serenata

0

RELATOS DE VIDA

Son tiempos de calor, climático, corporal, y en el caso de la pequeña salchicha llamada Paleta, es una temporada de calor hormonal que engloba no solo el tradicional periodo, sino también, el deseo de ser tomada.
El olor que desprende, aunque imperceptible para los humanos, no lo es para los cables, que desde muy temprano rodean la casa en espera de la salida de la pequeña, para disputarse el encuentro.
No obstante después de unas cuantas horas de espera, decepcionados regresan a los patios de sus hogares para comer, tomar agua y una buena siesta que les ayude a estar fuertes y aguantar el momento, si logran ser los primeros.
En tanto, la dichosa paleta solo olfatea la puerta, da vueltas esperando una oportunidad para salir disparada, también come, se refresca e intenta dormir, aunque se mantiene alerta de un chance para calmar sus ansias.
El día transcurre sin incidencias, sin salidas, sin encuentros ocasionales, sin nada, pero en la noche se escucha el aullido lastimero de un perrito en la calle, tal vez de frío, o hambre, pudiera ser sed o acaso lo atropellaron.
Al recorrer las cortinas de la ventana que avista hacia la calle, el can se encuentra cuidadosamente sentado sobre la banqueta, guardando el límite con el patio delantero de la casa de la susodicha, por eso de las recogidas dudas que le avienten un chanclazo.
En ocasiones voltea hacia la calle y nuevamente gira la mirada hacia la ventana, en espera de que su serenata canina rinda frutos y le permitan salir a su amada; además de que a esa hora de la noche, los demás pretendientes han desistido.
Después de unos aullidos más, con perfecta entonación, da un último vistazo, se incorpora en sus cuatro patas y emprende la caminata hacia su hogar, con la cabeza cabizbaja, aunque seguramente planeando la siguiente estrategia.