
ALFIL NEGRO
Estamos ya en la Semana Santa que se inició con el Domingo de Ramos y culmina con el Domingo siguiente, de Resurrección, con un alto contenido de religiosidad y fe de la mayoría de los hidalguenses que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se declara católico en un 80 por ciento, que es la mayoría.
El Quijote, la obra inmortal de Cervantes, aconseja no meterse con la iglesia porque se tocan sentimientos que tienen que ver con asuntos de creencia y más profundamente de la fe, cuando dice “con la iglesia hemos topado Sancho”, además de que las páginas de nuestra historia hablan de lo que pasa cuando se dan enfrentamientos entre la política y la fe.
Generalmente triunfa la fe
En Hidalgo y en otros cinco estados vivimos tiempo de campañas por la gubernatura del estado y se plantea la disyuntiva ¿se sigue en las campañas, sobre todo los días jueves y viernes que son los Días Santos o se abre un compás de espera como signo de respeto a la fe popular?
Ya vimos lo que pasa cuando se pretende competir por asunto político con un día sagrado como el Domingo de Ramos, que se usó para la consulta de revocación de mandato con los resultados que todos conocen, en el que parece que todos pierden, menos el Nazareno que entró triunfante otra vez en Jerusalén.
Ahora son los Jueves y Viernes Santos.
Los candidatos deben decidir sobre el tema.
Parece fácil y difícil al mismo tiempo.
En todo caso, no sería malo echarle una pensada para decidir lo mejor.