La íntima amiga y confidente de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, que se encuentra en el centro del escándalo de tráfico de influencias y corrupción que provocó la destitución de la mandataria, negó ayer todos los cargos presentados en su contra en su primera comparecencia ante los tribunales.
Choi Soon-sil, apodada la ‘Rasputina surcoreana’, está acusada de haber utilizado su estrecha relación con la presidenta para presionar a los grandes conglomerados empresariales del país con el fin de conseguir donaciones a dos fundaciones que ella gestionaba, apropiándose de parte de ese dinero para su disfrute personal.
El caso supuso toda una conmoción para la sociedad de la nación asiática, que tras masivas y continuas manifestaciones pidiendo la dimisión de Park, veía cómo la presidenta era destituida por el Parlamento el pasado 9 de diciembre.
Desde ese día, el Tribunal Constitucional dispone de seis meses para ratificar esta decisión y confirmar que hay suficientes motivos para impugnar el mandato de Park.
