RELATOS DE VIDA
Carmen se mostraba muy ansiosa y apresurada, no se le perdió la cadenita, pero estaba a punto de perder algo que para ella era sumamente valioso, y por quién estaba con nervios tratando de arreglarse lo mejor que se pueda.
Se levantó muy temprano, de hecho no pudo dormir porque se imaginaba todo lo que pasaría en ese día, desde el encuentro, seguido de una comida, tal vez después al cine, continuarían en un bar o antro, y después quién sabe.
Todo eso le había prometido el amor de su vida para festejar el 14 de febrero, se había comprometido a pasar todo el día con ella, para disfrutar al máximo de su amor, después de una semana sin verse.
Termino rápido de vestirse, maquillarse y perfilarse, decidió esperar sentada frente al televisor con su bolsa a un lado, así estaría lista para dirigirse a la puerta para recibir a esa persona con la que soñaba pasar todos los días de su vida.
Sin embargo la tarde pasó, el timbre no sonó, y ella de quedó con ganas de comer, de ir al cine, de tomar una copa en un bar o de bailar en un antro, y también con una pasión que deseaba explotara sin límites y sin condiciones.
El pensar en lo que pudo haber Sido ese romántico día la agotó, quedando profundamente dormida, recostada en el sillón, con la televisión encendida, su bolsa tirada junto a sus perfectas zapatillas y un puñado de ilusiones.
Al siguiente día, lo primero que hizo fue llamar a la casa de su prometido, después de saludar preguntó si sabían donde estaba, y enseguida cayó el teléfono y después ella, para perder por cerca de 15 minutos el conocimiento.
Un día antes a su cita, el supuesto amor de su vida, había cumplido la tradición de una sociedad machista, festejar con su amante, después de varias copas, una parada en el hotel y la ampliación de la fiesta se quedó dormido.
Cuando despertó se percató que era muy tarde, dejó a su amor nocturno resguardada en casa y salió a toda marcha para bañarse, arreglarse y comprar un obsequio, sin embargo en su loca marcha, cayó en un bache que lo hizo perder el control y chocar contra un puente y morir de manera instantánea.