José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) –la principal cámara empresarial del país–, se mostraba el viernes satisfecho al constatar que la mayoría del comercio, bancos y empresas de Nicaragua se unieron al paro nacional convocado por la opositora Alianza Cívica –que reúne a estudiantes, empresarios, académicos y campesinos– y respaldado por la patronal.
Se trata de una medida de presión frente al Gobierno del presidente Daniel Ortega, que como respuesta mantuvo abiertas todas las instituciones del Estado y el transporte público en Managua. Ortega, además, organizó en la capital una caravana de coches con sus simpatizantes, como una respuesta a la marcha nacional del jueves y el paro de este viernes. La respuesta de las empresas al paro “muestra por segunda vez en un mes la unidad del sector empresarial alrededor de los objetivos de cese a la represión, justicia y democratización”, dijo Aguerri.
El empresario afirmó que en el 90% de los comercios de Managua, la capital, se sumaron al paro y una respuesta similar hubo en las principales ciudades del país.