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LA OTRA FIESTA

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#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO

    •    El actual panorama novilleril en México, evidencia la dualidad de la Fiesta Brava.


Estimados Amigos, con el agrado de siempre, saludándolos desde este espacio de Plaza Juárez. El próximo viernes primero de noviembre se dará la decimosegunda novillada del Serial “Soñadores de Gloria”, que constituyó la Temporada Novilleril 2019, en la Monumental Plaza de Toros México, con un segundo “cartel de triunfadores”.
Serial que representó sin duda un importante escaparate para unos pocos novilleros que han venido caminando “arropados” por la empresa que maneja la mayoría de los escenarios taurinos del país, incluyendo el vetusto Embudo de la Colonia Nochebuena, de la Ciudad de México, jóvenes toreros encabezados por una tercia forjada en España, secundado por un selecto grupo que aún no viaja a la Madre Patria a abrevar en las escuelas taurinas ibéricas, pero que la mayoría de ellos no han alcanzado, los triunfos que, suponemos, sus apoderados y promotores esperan, no obstante haber lidiado encierros de ganaderías, digamos “cómodas”, dejando en el ruedo de la Gran México “destellos de su arte, calidad y etc., etc.”
Evidencia de lo anterior, lo ha sido el resultado de la “primera novillada de triunfadores” celebrada el pasado viernes 25 de octubre, en el que la tercia de noveles lidió un encierro de la dehesa mexiquense de “Caparica”, yéndose los alternantes en cuatro de los astados en silencio al callejón, solamente una salida al tercio a uno de ellos y unas palmas a otro, cuando varios de los ejemplares jugados fueron aplaudidos en el arrastre. ¿Qué quiere decir esto?  que la comodidad genera conformismo en los muchachos que saben que cualquiera que sea el resultado de su última actuación, ya tienen por ahí otra fecha para torear, en tanto un verdadero ejército de aspirantes con cualidades, pero como lo hemos manifestado en otras ocasiones, sin recursos, se tienen que conformar con seguir toreando esporádicamente en festejos que muchas de las veces ni son noticia de cronistas taurinos.
Festejos lejos de las candilejas y el oropel de las grandes Plazas de Toros. cuyos escenarios son lienzos charros, plazas improvisadas con trancas y tablones, plazas de toros en construcción, organizados por “el comité de la fiesta”, apoyado por
empresarios de dudosa reputación”, que no pocas veces cometen verdaderos fraudes, tanto a quienes están ávidos de torear, como a los aficionados.
Para nadie es un secreto, en el medio taurino, que quienes se inician en el “Arte de Cúchares” tienen dos caminos para torear, uno -el cada vez más complicado y raro- de “hacer la legua”, o, el más socorrido, de “vender boletos” para cubrir el costo del o los astados que habrán de lidiar importe que. Invariablemente, corre por cuenta de los patrocinadores de los jóvenes toreros.
En la actualidad, aún queda un puñado de soñadores que, por carecer de los medios económicos necesarios para poder torear ganado de lidia, continúan lidiando en pequeños poblados ganado de media casta o criollo, procurando darle la mayor seriedad a esos festejos, darle seriedad a esa “otra Fiesta Brava”, en la cual el brillo de los relucientes bordados de la seda y el oro nuevos están muy lejos, en la que quienes actúan lo hacen más llevados por la afición, que no les cabe en el cuerpo, que por los dineros que pudieran ganar; una fiesta a la que pocos “aficionados” citadinos toman en cuenta, que se debiera vivir para conocer la realidad en la que viven muchos de los actores taurinos, carecen de los recursos indispensables, para verse anunciados en plazas de primera, ante ganado de primera y con alternantes de primera.
Porque la realidad actual de la fiesta justifica esa expresión de algún filósofo de la tauromaquia contemporánea, “antes un niño se hacía torero para comprarle una casa a su madre, ahora la madre vende la casa para hacer a su niño torero”.
Por cierto, ¿dónde andarán los 130 novilleros que acudieron el año pasado a “calarse” con vacas en la Monumental México?
¨Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.