La oda a la vida de Wajdi Mouawad llega al Cervantino

El dramaturgo canadiense de origen libanés, Wajdi Mouawad, deseaba llevar a escena el conjunto de las tragedias de Sófocles, pero el responsable de hacer las traducciones, Robert Davreu, falleció. Ante la ausencia, el proyecto se alteró, el creador abandonó el proceso de la obra y se lanzó a un viaje con una cámara a Grecia para grabar todo aquello que le interesara. Así nació el díptico Des mourants (Los moribundos).


Este fin de semana, en el marco del Festival Internacional Cervantino, el artista presentó la primera parte, titulada “La inflamación del verbo vivir”, inspirado en Filoctetes, uno de los héroes de la mitología griega. Pese a tener las flechas capaces de derrotar a Troya, según el oráculo, este personaje es abandonado por Ulises en la isla de Lemnos tras ser mordido por una serpiente.
La obra del canadiense narra la historia de un director teatral, Wahid, quien atraviesa por la misma crisis que su creador, Mouawad, y emprende un viaje para buscar en la Grecia actual las huellas del mítico arquero, en el camino se ahoga y en ese momento en que se debate entre la vida y la muerte, decide vivir.
La historia de la puesta en escena se reconstruye a partir de las grabaciones que Mouawad hizo en diferentes países, entre ellos México, proyectadas en una pantalla de tiras que permite dar una percepción de una triple dimensión en que la que el creador puede entrar, literalmente, a la pantalla.
“La inflamación del verbo vivir” se vuelve una declaración de principios: vivir será, siempre, una mejor opción porque es el futuro. Y es, además, una íntima reflexión sobre la muerte, sobre la vida, la sociedad contemporánea, la juventud y su inherente sentido revolucionario.

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