La Nochebuena: un festín y algo más…

    •    La cena navideña debe ser perfecta para que logre su propósito: tener una celebración amena 


El sol aún no sale pero los consumidores ya se encuentran de pie. El tránsito lento a las afueras de la Central de Abastos es abundante, si requieres de un lugar para estacionarte la paciencia no debe faltarte. Gente entra y sale del recinto, van presurosos y con los hombros caídos debido al peso que llevan sobre ellos, bolsas repletas y carritos de mandado desbordándose pueden apreciarse; lo más importante es optimizar el mayor espacio posible, encontrar los mejores precios y las frutas más jugosas.

Hacer un recorrido por la Central de Abastos en víspera de Nochebuena, se ha vuelto casi una tradición. No se sabe si es gracias a aquel dicho que señala que, como buenos mexicanos, al final todo nos sale mejor, o sencillamente estas compras de pánico, llevan como nuestro propósito el tener todo fresco para preparar los manjares de la cena de Navidad. Todo parece indicar que el conjunto de estas teorías nos llevan a un día de locura, empujones, gritos y apretones, justo lo necesario para olvidarnos de estas bajas temperaturas.

Entre la adrenalina y la presión por no olvidar nada en la lista de compras, nuestros sentidos se agudizan, leemos carteles, escuchamos ofertas; al tacto percibimos sabores, todo esto en cuestión de segundos.

Existe un fin en común: obtener los mejores productos para poder elaborar nuestra receta al pie de la letra, porque este evento se considera la cena del año y un momento único con toda la familia.

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