Home Nuestra Palabra Javier Peralta La moda pasa, el periodismo real se queda

La moda pasa, el periodismo real se queda

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La moda pasa, el periodismo real se queda

RETRATOS HABLADOS

La pandemia del coronavirus dejó muy en claro que hacer periodismo no es asunto de sacar el celular a la menor provocación y subir, a las dichosas redes, la temible denuncia. Tampoco registrar un dominio en akky con tintes periodísticos, y de buenas a primeras anunciar que ya es poseedor de un medio informativo que regularmente surte con notas fusiladas de quien se deje, porque no cuenta con equipo alguno de redacción.

Resultó un pingüe negocio para no pocos vivos, ya que la inversión es prácticamente nula y la ganancia, toda. Hasta ahí una realidad a la que ya nos habíamos acostumbrado e incluso aceptado las críticas despectivas en contra de los “medios tradicionales”, bajo el entendido de que simplemente no entendíamos a estos genios.

La pandemia evidenció la necesidad de que el periodismo se ejerza de manera profesional, regularmente a cargo de profesionales de dicha tarea, sin que esto sea confundido con la certeza de que un egresado de universidad supere, por este simple hecho, a los que se han hecho con la experiencia de vida en las redacciones de periódicos.

Sin embargo, dejó muy en claro que por supuesto debe apostarse al periodismo digital como una parte vital de toda empresa periodística, pero sin que se traduzca en automático en el adiós al impreso, y mucho menos al rigor que implica llevar a la rotativa el trabajo de todo el día. 

Comoscore, la empresa líder en la medición de audiencias en el universo digital, publicó recientemente un estudio donde destaca el regreso de los lectores a los portales de periódicos “tradicionales” por la confianza que generó en el tratamiento de la pandemia del coronavirus, en contra de las noticias falsas que de manera constante pululan en redes sociales y direcciones en la web aparecidas de la noche a la mañana, o bien que no cuentan con un soporte de trayectoria en el ejercicio periodístico.

No es, sin embargo, un argumento para que de alguna manera alguien tenga la tentación de legislar en contra de portales informativos. De ninguna manera. Sí en cambio a que son los hechos los que colocan a cada cual en su lugar, porque hacer periodismo no solo implica poner en juego capital económico de toda una vida, sino la responsabilidad social que implica informar con veracidad y responsabilidad.

El regreso de lectores a portales informativos profesionales, tal cual lo indica la investigación de Comscore, deja muy en claro que el ciudadano sabe distinguir lo que es una tomadura de pelo, de lo que es un trabajo serio y profesional.

Quien haya adelantado con absoluta mala intención la desaparición de los diarios impresos, habrá descubierto que aparecer en papel o en pantallas implica un trabajo profesional por principio de cuentas, y que el boom generado por los medios hechizos que “ganaban” la publicación de un hecho sin confirmar, empieza a pasar para bien de todos.

También los linchamientos desde el anonimato dan paso, poco a poco, a las denuncias valientes y siempre bien recibidas de articulistas que firman sus textos con sus nombres, que dan la cara para sostener lo que escriben, que son periodistas en todo el sentido de la palabra, porque la cobardía de los que tiran la piedra y esconden la mano, poco a poco reciben el desprecio de lector.

Una sociedad bien informada cuenta con más elementos para hacer frente a la difícil realidad que viven; y bien informada implica día con día el trabajo de equipos de verdaderos profesionales del periodismo, que están presentes en cada uno de los medios establecidos que hay en el país, y por supuesto en nuestro Estado.

Mil gracias, hasta mañana.

Correo: jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

Twitter: @JavierEPeralta