
ALFIL NEGRO
Seguramente usted lo ha visto
Que la lluvia de repente
Llega como una sorpresa
Y como llega se va,
Y nos deja el alma quieta
Y el corazón muy contento,
El cielo y el campo frescos,
Las calles limpias de cara,
árboles con cara nueva,
Los cerros ya más cercanos
Cristales limpios sin polvo
Y el deseo de que la lluvia
Dure un poco, un poco más.
Porque la lluvia que llega
Puede durar varios días,
Pero siempre llega una hora
En que de pronto se va,
Desaparece y se marcha
Y como todo en la vida
Llega, camina un buen trecho
Brinca y grita con nosotros,
Y cuando más la queremos
Da media vuelta y se va…
Y así todo en la vida,
Porque nada es para siempre,
El colibrí que me mira
Un rato me ve en silencio,
Y cuando siento que somos
amigos ya muy cercanos,
Bate sus alas de acero
Y es un rayo que se va….
En la calle pasa un hombre
Que vende dice tamales,
Una voz que suena fuerte
Y luego también, adiós.
Los amigos de la escuela
De bromas y de camino,
Poco a poco se van yendo,
Relojes que así de pronto
Se les acaba la cuerda
Y ya no caminan más.
Todo tiene un tiempo fijo
Días ,semanas, meses, años,
Pero no son para siempre
Lo que hoy es
Mañana no.
Nuestra vida tan hermosa
La esposa, hijos y hermanos,
Llega un día en que se marchan
Y ya no los vemos más.
Pero ¿sólo así nos vamos?
¿Sólo una raya en el tiempo?
Un recuerdo de unos meses,
Una lápida y un nombre
Que pasados unos años
Nada dice ni se entiende,
Si acaso un nombre raro
Que alguien lee curiosamente
Y la pregunta obligada
¿Y este fulano quién es?.
No todos pasado el tiempo
Tendremos en grandes plazas
Una estatua hecha de bronce,
En un caballo de acero
Con una espada filosa,
Y un letrero bien grande
En que le digan a todos
Lo grande que hayamos sido,
Ni habrá discursos y bandas
En fiestas de aniversario
Sólo uno más, uno más.
Pero sin estatua de oro
Sin espada y sin caballo,
Soñamos en otro campo
En que continúe la vida,
Y encontremos a los padres
A los hermanos y amigos,
Porque esta vida de ahora
Es apenas un pedazo
De otra vida para siempre,
Donde no llegue la muerte,
Y se cumpla la promesa
Del pescador galileo,
Que sólo nos pide fe
Con la voz que no se apaga
“El que cree en MÍ
No morirá para siempre”.