China reacciona amenazando a resolución de Tribunal
• El régimen chino no cumplirá esta resolución, que había sido planteada a instancias de Filipinas y amenaza con recrudecer las disputas territoriales en Asia
Estas disputas territoriales se han convertido en un foco de tensión constante en Asia. Son tres millones de kilómetros cuadrados. Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunéi tienen interés por dichas aguas no solo por sus supuestos bancos de pesca y yacimientos de petróleo y gas, sino también en su importancia geoestratégica para el transporte marítimo.
Con una resolución que traerá cola en Asia, el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya ha fallado contra el régimen de Pekín en sus reclamaciones territoriales sobre el Mar del Sur de China, que le enfrentan con todos sus vecinos.
A petición de Filipinas, que llevó tales disputas a dicho tribunal en 2013, el fallo anunciado ayer dictamina que «no hay base legal para que China reclame derechos históricos sobre los recursos dentro de dichas aguas». Para declarar su soberanía sobre prácticamente todo el Mar del Sur de China, Pekín se basa en un mapa de 1947 que lo incluye en su territorio nacional dentro de una línea de nueve puntos.
Aunque el fallo da la razón a Filipinas y resta legitimidad a las reclamaciones chinas, el régimen de Pekín lleva días anunciando que no lo cumplirá. «El Tribunal de Arbitraje ha fallado su denominado veredicto final, que es ilegal e inválido, sobre las disputas en el Mar del Sur de China.
A este respecto, China ya ha declarado muchas veces que va en contra de la ley internacional que Filipinas pidiera unilateralmente este arbitraje, ya que dicho tribunal no tiene jurisdicción en este asunto», ha rechazado el Ministerio de Exteriores la resolución nada más conocerla.
El fallo, que el tribunal argumenta en un documento de 497 páginas, supone una victoria moral para Filipinas, pero difícilmente cambiará nada. El motivo es que este Tribunal de Arbitraje no tiene potestad para hacer cumplir sus resoluciones. Aunque Filipinas acudió al mismo amparándose en la Convención de la ONU sobre la Ley del Mar, que China también ha firmado, Pekín argumenta que sus derechos históricos prevalecen sobre esa norma internacional.