Home Nuestra Palabra Carlos Barra Moulaín La habilidad de un ciego

La habilidad de un ciego

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HOMO POLITICUS

Sí existe una situación lapidaria de la clase política en México, es sin duda, la simulación.

En los entretelones de la simulación se teje el descredito de la clase política, promesas incumplidas, monsergas absurdas, nula concreción de plataformas programáticas, planes y programas truncos, en fin, todas aquellas realidades que tienen rostro de abandono y hambre de más de 60 millones de mexicanos que nunca verán edificada una vida en lo que civilizatoriamente se llama “dignidad humana”.

Este escenario fraguó históricamente el divorcio entre sociedad política y sociedad civil, al grado que no nos quitamos elección tras elección el fantasma de la autoexclusión o abstencionismo y, lo peor de todo, la pérdida de confianza y credibilidad de la ciudadanía en sus gobernantes.

En estas cosas simuladas y absurdas, la construcción del poder asemeja a la habilidad de un ciego para cruzar una calle. Ahora nos desayunamos con la noticia que Manlio Fabio Beltrones se perfila para dirigir los destinos del tricolor, esto, no causa mayor sorpresa, pero lo que no tiene madre como señalan los niños huérfanos en Pachuca, es el hecho que se simule una aparente competencia en torno a esta decisión, decisión que ya está tomada y que lo único que provoca es que la ciudadanía que es espectadora de este suceso político sólo quede perpleja ante la verticalidad del poder y su conformación simulada.

Un cuestionamiento con el sabor a yogurt de pus, ¿no es cierto que este tipo de conducta política fue lo que erosionó y le costó al revolucionario institucional quedar al margen de la silla presidencial 12 años?, y sí esto constata empíricamente, ¿por qué el tricolor no ha aprendido de su historia y de la historia política?

La ironía de todo esto, es que este disfraz político se seguirá utilizando mientras no haya una reacción ciudadana que impida que la simulación de la clase política persista. Hasta ahora todo indica que el Gatopardismo sigue siendo el camino a seguir, lo cual ya debería haber provocado una condena de la sociedad civil que hasta ahora se ha aguantado la náusea política, pero, de pasar de la náusea al vómito, la clase política tendría que cuidarse, porque es fijo que se bañaría en él.

 

 

 

Ahora nos desayunamos con la noticia que Manlio Fabio Beltrones se perfila para dirigir los destinos del tricolor, esto, no causa mayor sorpresa, pero lo que no tiene madre como señalan los niños huérfanos en Pachuca, es el hecho que se simule una aparente competencia en torno a esta decisión, decisión que ya está tomada y que lo único que provoca es que la ciudadanía que es espectadora de este suceso político sólo quede perpleja ante la verticalidad del poder y su conformación simulada.