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LA GENTE CUENTA

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Adiós, maestro 

 

Regreso a casa, agotado, con la cara caída y sin un ápice de ánimo, mientras que la lluvia corre de manera incontrolable, combinando con la humedad que hay en mis ojos después de haber llorado por mucho tiempo. Me recuesto en el sillón, esperando que el día termine para comenzar una nueva monotonía al día siguiente.

Al menos la lluvia deja de caer estrepitosamente después de un tiempo, y sigo, a oscuras, recordando un pasado que ya pasó, pero que me dejó grandes satisfacciones y alegrías durante la adolescencia. Y sin quererlo me dirijo a la biblioteca a sacar un viejo álbum de fotografías, algunas llenas de polvo, pero también de añoranzas.  

Abro la portada para ver mis fotografías con los amigos en la escuela, con las chicas de las que me he enamorado y salido con ellas, fotos de pasillos que ya hace tiempo que no andaba y que quizás las nuevas generaciones jamás sabrán el significado que tienen para mí, de las locuras que hice y los momentos que pasé. Cuando era feliz y no lo sabía.  

De pronto me topo con una foto, quizás la más representativa de la época escolar: Hay varias personas sonrientes, rodeando a un señor regordete, pero de gestos nobles y sonrisa franca, mi profesor de arte que me enseñó lo importante que es enaltecer el espíritu a través de una pintura, una escultura, una canción… aquel que acabo de ver descender a su última morada hace un momento.

Hay más fotos de él con varios chicos mientras muestran orgullosos una pieza de madera, muy linda por cierto. Otras, con chicas mientras él las dirige en un proceso de escultura en un enorme pedazo de mármol y unas más, contemplando una pintura con sus ojos piadosos. Esos ojos que cobijaron a tantos alumnos como si fuera un padre a sus hijos.

“Es hora de dormir”, entra mi esposa mientras enciende la luz. Intento borrar las lágrimas de mi rostro, pero ella se me acerca dulcemente, como siempre lo ha hecho. Como si lo supiera me regala un abrazo caluroso mientras me dice al oído, con una voz tenue: “Es hora de despedirse”.