Cada día que pasa, en las colonias de Pachuca, surgen más cartulinas fluorescentes que dan aviso de que ya hay incrementos en los precios de muchos productos, algunos señalan que es por culpa del incremento de los combustibles, otros sólo advierten “disculpe las molestias pero a partir de tal fecha el precio tendrá un incremento de… por su comprensión. Gracias”.
Sin embargo, los precios en algunos productos no preocupan tanto a la gente como el incremento que se ha realizado, casi de manera general y automática, en la comida callejera, cocinas económicas, fondas y demás expendios de alimentos preparados, y es que es fácil ver como se ha llevado a cabo el alza en los precios, golpes que van directamente a los bolsillos de los hidalguenses.
Si comparamos el precio de una comida corrida que en noviembre del año pasado costaba entre 25 y 35 pesos, con las que se ofertan hoy en los mismos lugares entre 30 y 50, tendremos alza en precios de entre cinco y 15 pesos, es decir que una persona que regularmente comía en un sitio de estos, gastaba tan sólo en cinco días de la semana un promedio de 125 y 175 pesos, y ahora ocupa entre 150 y 250 pesos.
Sin embargo las cocinas económicas no han sido las únicas, el precio de las quesadillas y antojitos mexicanos en fraccionamientos y colonias como Punta Azul, el Palmar, Plutarco, Piracantos, Villas de Pachuca, y el C. Doria, entre otras, han tenido incrementos que van desde uno y dos pesos por garnacha hasta cinco pesos en antojitos de mayor tamaño o de mayor preparación.
Tras preguntar en algunos locales, la respuesta es similar “me subieron el precio del tanque de gas”, los locatarios argumentan que han pagado entre 30, 50 y hasta 70 pesos más caro el tanque con respecto a la vez anterior, sin contar con el transporte que utilizan para proveer las verduras y materia prima con la que elaboran sus productos.
Y la situación no sólo se ve crítica en la hora de la comida, también las tortas de tamal ya comenzaron elevarse en precio, así como el vaso de atole o el jugo de naranja, el precio de las ensaladas tampoco se ha librado del incremento, así que el desayuno de los estudiantes, trabajadores burócratas de bajo nivel económico, y demás, también aporta a la disminución del presupuesto semanal o quincenal de las familias pachuqueñas.
Pero qué decir de las personas que acostumbran cenar los deliciosos taquitos de pastor, tripa, lengua, chorizo y demás también ya están subiendo de precio, al par de los hot dogs, hamburguesas, papas fritas, chalupas, pambazos y demás comida que se oferta en las calles, o en las casas mismas de los vendedores, el pan de dulce y el precio de la leche, lo mismo.
Lo anterior es apenas un pequeño esbozo de lo que está sucediendo en la capital hidalguense, situación que ya han comenzado a notar los pachuqueños y que en breve sentirán los bolsillos de los estudiantes y demás personas que regresarán próximamente de vacaciones, sin contar que sumada a la situación alimentaria, ya han comenzado a subir las rentas de cuartos, casas y departamentos, y que además en escuelas como la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), ya se rumora el posible cobro de uso del transporte Garzabus, que supuestamente estaba incluido como servicio dentro de la colegiatura de los miles de alumnos que estudian en la máxima casa de estudios en la entidad.