
PULSO DEL MEZQUITAL
La democracia siempre tiene sus riesgos, provoca entre otros detalles, que algunos usos y costumbres se pongan en peligro, como el que no te permitan robar (aunque sea un poquito), ya que de inmediato salen los resentidos sociales, como siempre, a descalificar a aquellos que con base a pequeños pero fructíferos esfuerzos, logra superarse en esta vida, pellizcándole un tantito al erario.
Es increíble, cómo de un momento a otro, en un pestañazo, las cosas pueden cambiar, nos llevan de la felicidad a la depresión. Justo a veces cuando la vida te está sonriendo, comiendo tres veces al día, dinero, mujeres, alguien llega arruinarte porque simplemente no soportaron verte feliz.
Algo parecido sufren 13 presidentes municipales de Hidalgo, que no pudieron aplicar o copiar a un gran ejemplo de la corrupción en México en la era moderna, Enrique Peña Nieto, sacar a sus mujeres a explicar el origen de sus riquezas recientes, alguna casa, algún rancho u otras propiedades, producto de la denominada “estafa siniestra”, solo tal vez encontraríamos una explicación lógica y probablemente, les estaríamos ofreciendo una disculpa por andar de mal pensados.
El número 13 de por sí es de mala suerte, por lo que el rastreo, estaría elevándose hasta los 22 presidentes municipales, que juntos se habrían robado, centavos más, centavos menos, unos 580 millones de pesos, hasta este momento. Obvio, se pierde más en el cambio de las tortillas, pero que en este nuevo régimen, se ha considerado un escándalo, que alcanza también a exfuncionarios de primer nivel de la administración pasada.
Si le preguntamos del tema al exgobernador, Omar Fayad, quien por cierto no deja de robar cámara donde quiera que se pare, ya sea a comerse una torta, una noche de palenque o de andar paseando a su firulais, lo más seguro es que diga que él no estaba enterado, lo que sus secretarios hacían, triangulando recursos, que en morralla simple alcanzan más de 800 millones de pesos.
Otro que igual se hace como el “tío Lolo”, es el presidente municipal de Chilcuautla, Valente Martínez Mayor, quien también estuvo involucrado en esta denominada “estafa siniestra”, aunque en su caso, eso dice, regresó íntegramente el dinero, haciéndose el desentendido.
Es ilógico el que no se haya enterado. No porque no creamos en él, sino porque sus antecedentes y prácticas actuales, nos dejan en claro que estuvo metido en la trama. A nadie le depositan dinero de una noche a la mañana, no de estas cantidades sin que se esté enterado para qué es. Fue previo a la elección de junio, en una reunión con Pedro Porras, se fraguó su llegada a Morena, al verse en el nuevo escenario, se vio obligado a regresar el dinero, seguramente le dolió hasta el alma, pero con ello compró su boleto de ingreso a su nuevo partido.
En un mundo ideal, deberíamos investigar, su pasado, antecedentes y vida personal de quienes quieren llevar las riendas de nuestros pueblos, solo así, evitaríamos que la realidad nos alcance con eso que tanto detestamos y no estaríamos viviendo este terrible desfalco.
En corto:
- Ayer, el exdiputado, Cipriano Charrez, se reunió con seguidores, luego de obtener prisión domiciliaria en su comunidad de origen, Villa de la Paz.
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