La espalda de la violencia

La espalda de la violencia

CINE DE HOY

En esta ocasión vamos a hablar de “Una jauría llamada Ernesto”, un documental de Everardo González, donde cámara móvil colocada en las espaldas de los intérpretes, a los que nunca se les ve de frente

Sin el menor asomo de dudas, Everardo González es uno de los documentalistas más importantes de México, cintas como “Los ladrones viejos”, “Leyendas del Artegio” lo confirman.

A últimas fechas ha retratado crudamente la violencia que impera en el país. Pero lo ha hecho con una estética singular, como con una máscara ocultaba el rostro de los intérpretes de “La libertad del diablo”.

Ahora en “Una jauría llamada Ernesto”, que se exhibe en la Cineteca Nacional y en las salas universitarias, ha optado por una cámara móvil colocada en las espaldas de los intérpretes, a los que nunca se les ve de frente.

La mayoría de ellos son jóvenes sicarios que fueron reclutados a los diez u once años como vigilantes.

Poco a poco escalan los actos en las pandillas hasta que reciben su primer encargo: hombre o conejo, mostrando poco remordimiento por sus crímenes.

Paralelamente se muestra a los traficantes de armas, policías o militares que nunca preguntan para qué van a ser utilizadas.

Algunos de ellos lamentan que nunca podrán salir de ese infierno, mientras que otros sueñan con poder hacerlo.

“Una jauría llamada Ernesto” es, pues, una cinta cruda y tan fea como la realidad que retrata, pero que no se puede ocultar. 

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