La devaluación del peso, de sobrevaluando a subvaluado

Fernando Aportela, Subsecretario de la SHCP, ha planteado que la depreciación del peso de los últimos meses se está produciendo sin contaminar de manera negativa las principales variables de la economía mexicana

Este lunes se vendió el dólar hasta en 19.15 pesos por dólar en los bancos, pero ello no es motivo de preocupación del gobierno federal.  Fernando Aportela, Subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ha planteado que la depreciación del peso de los últimos meses se está produciendo sin contaminar de manera negativa las principales variables de la economía mexicana, la cual “empezó muy bien el año” y está teniendo “un crecimiento balanceado, robusto y resistente a un entorno internacional complicado”, afirma el subsecretario.

Caramba, me parece correcto ese discurso para un lector desinformado, es una forma de calmar los ánimos y seguir vendiendo la idea de los aciertos de la política económica seguida por el gobierno actual y sus reformas, las cuales siguen estando muy lejos de las promesas de campaña del presidente Enrique Peña Nieto, de aumentar con ellas los ingresos de los hogares y mejorar su bienestar.

El subsecretario considera que la devaluación del “peso se ha vuelto una variable que ayuda acomodar los choques negativos externos que tenemos a nivel internacional y ha permitido a la parte real de la economía, el movimiento del peso, que no tenga una absorción relevante”, pues Aportela asegura que en el gobierno ellos ven bien la depreciación del peso, pues las tasas de interés se mantienen estables, en términos de la inflación; por lo que no hay contaminación de la depreciación del tipo de cambio sobre las expectativas de inflación.

Con ello, está claro que pese a que el entorno nacional e internacional ha cambiado desde 1995, después de la crisis de los errores de diciembre de 1994, la política económica sigue siendo orientada por los objetivos de inflación del Banco de México. Lo importante no es el aumento de la pobreza, la cual pasó de 53.3 millones en 2012 a 55.3 millones en 2014; tampoco el aumento del número de hombres y mujeres desempleados o trabajando en la economía informal, que superan los 36 millones, considerando a los desempleados encuestados por el INEGI cada mes. Lo anterior, pese a que Aportela señale que en el gobierno ven que continúa creciendo el empleo y en esa medida, ha sido favorable la devaluación para absorber los choques que vienen del exterior.

La pregunta es ¿Por qué no hablarle con claridad a los mexicanos?. Por qué no decirles que durante años el peso ha estado sobrevaluado (vendiéndose por encima de su verdadero valor) debido a la flotación sucia de peso respecto al dólar y el resto de monedas del mundo; que en los últimos años, pese a su voluntad de abrir la economía al mercado, no ha sido éste el que ha determinado el tipo de cambio, no ha sido la oferta y la demanda quien han determinado su paridad respecto al dólar, sino las intervenciones del Banco de México en el mercado del dinero vendiendo dólares para mantener un tipo de cambio cercano al establecido en la Ley de Ingresos y presupuesto de egresos, en este año de 16.40 pesos por dólar.

El gobierno del presidente Zedillo terminó en el año 2000 con una sobrevaluación del peso de 30.7%; más tarde el presidente Fox concluyó con una sobrevaluación de 27.7% y el presidente Calderón terminó su mandato con un peso sobrevaluado en más de un 19.8%. Un año le bastó al presidente Enrique Peña Nieto para que la sobrevaluación llegará a 26.3% en 2013 y 24.2% en 2014; en realidad, gracias a la devaluación, y pese al derroche de la reservas internacionales en divisas del Banco de México vendidas para contener la devaluación, el peso terminó reduciendo la sobrevaluación en 2015 cuando ésta llegó a casi 7%, en el momento en que comenzó a venderse por encima de los 17 pesos por dólar, su verdadero valor de mercado.

Ahora, en los últimos meses de este años, pese al insistente empeño del Banco de México de salir a vender dólares al mercado para mantener una paridad de peso respecto al dólar, incierta e imprecisa, que no sabemos a quien esté beneficiando realmente, el peso ha superado los 19 pesos por dólar. Es verdad que ahora sí, el peso ha pasado de ser una moneda sobrevaluada a devaluada, pues ha llegado a nuevos niveles al venderse por debajo de su valor, lo que la convierte en una moneda subvaluada, pues su verdadero valor, considerando el Índice de Precios al Consumidos (IPC) de México y Estados Unidos, debería situarse entre los 17.50 pesos y 18.50 pesos.

Por ello, y considerando la acusación que le han hecho a la ex presidenta Cristina Fernández en Argentina de manipular el tipo de cambio, vale la pena preguntarse ¿Quién o quienes se han estado beneficiando con el tipo de cambio en México y la venta de las reservas del Banco de México?, mientras Aportela sigue hablando de los “fundamentos de la economía…”

Lo bueno de todo ello, es que al devaluarse el peso se abaratan los productos y servicios mexicanos, estimulando las exportaciones y aumentando la producción de las empresas en México, las que deberán contratar más fuerza de trabajo para aumentar su producción y garantizar la satisfacción de la demanda.

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