RELATOS DE VIDA
• No inventes, están bien caros los juguetes.
• Pues que esperabas, los hubiéramos comprado desde antes.
• Pero teníamos que hacer los gastos de navidad.
• Sí, pero desde mucho antes te dije que guardaras dinero y no me hiciste caso.
• Entonces qué hacemos, no me alcanza para todo lo que pidieron.
• Yo traigo algo de dinero, pero el lunes se tiene que pagar el abono del préstamo.
• No, eso se tiene que dar, mejor busquemos algo más barato, que no sea lo que pidieron.
• ¿Y qué les vamos a responder cuando pregunten porque los Reyes no les trajeron lo que pusieron en la carta?
• Sencillo, que se portaron mal y por eso decidieron traerles algo pequeño.
• Como crees, es una ilusión, prácticamente esperan todo el año para que se cumpla su deseo.
• Sí, pero ya no es como antes, cada año los juguetes están más caros.
• Pero ya lo sabías, por eso siempre insisto en que ahorres y nomás no haces caso.
• Mira, ya no hay que pelear, ya escojamos algo pequeño, y les hacemos una carta en donde les expliquemos que para recibir todo lo que quieren tienen que portarse bien, así verás que durante todo el año su conducta mejorará, y también nosotros tenemos un año para guardar para esta fecha.
• Bueno, pues ya qué.
Fue la conversación de una pareja que angustiada revisaba los precios de los juguetes en cada uno de los pasillos de una tienda comercial, para cumplir las peticiones de sus dos pequeñas hijas. Después de tomar la decisión, compraron pequeños obsequios, llegaron a casa a forrarlos, los guardaron y comenzaron a redactar el escrito, aunque mientras lo hacían, su conciencia los angustiaba aún más que los precios de la juguetería.