La CSU bávara nombra candidata a Merkel

Acabó la guerra contra ella

La familia democristiana firma la paz, en pleno auge del SPD, pese al desacuerdo sobre cómo gestionar la llegada de refugiados
Las diferencias, sin embargo, no se han esfumado. La más importante afecta a la acogida de refugiados. Tras la llegada de casi 1,2 millones de solicitantes de asilo en los dos últimos años, la CSU ha reclamado una y otra vez la imposición de un máximo de 200.000 personas acogidas al año.
La guerra ha durado un año, cinco meses y dos días. Comenzó el 4 de septiembre de 2015, cuando la canciller Angela Merkel permitió la entrada en Alemania de miles de refugiados atrapados en Hungría.
“Es un error que nos acompañará durante mucho tiempo”, dijo a los pocos días Horst Seehofer. La profecía del líder de la Unión Socialcristiana (CSU), el partido bávaro hermano de la CDU de Merkel, se cumplió.
Tras un sinfín de ataques, amenazas y desplantes, los dos líderes firman ahora la paz. Como no podía ser de otra forma, Merkel volverá a ser la candidata común en las elecciones del 24 de septiembre.
Merkel y Seehofer comparecieron ayer en Múnich para destacar las “coincidencias” que unen a los dos partidos que siempre se han presentado juntos a las elecciones. Pero los ataques desenfrenados del bávaro a la canciller han dejado huella. Va a resultar difícil explicar a los electores cómo pide el voto para la misma mujer a la que acusó de gobernar un “Estado injusto”, un concepto muy ofensivo que en Alemania recuerda a regímenes totalitarios como el Tercer Reich. Seehofer, sin embargo, prefiere ahora insistir en las virtudes de la canciller. “A Alemania le va bien tras 12 años de gobierno de Merkel. No se puede discutir que es una isla de estabilidad”, aseguró el líder bávaro.

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