El genial y honesto analista incomoda nuevamente
● El lingüista norteamericano advierte de que Trump “llevará al mundo hacia el desastre” si gana las elecciones
Chomsky escarbó en las razones detrás de las continuas crisis migratorias y de refugiados que vive hoy Europa, que van desde el colonialismo del siglo XX hasta las intervenciones en Irak o Libia, cuyo conflicto se resolvió sin tener en cuenta las sugerencias de la Unión Africana. El lingüista, de 87 años, cargó contra la política europea de acogida y la contrapuso con el papel que están desarrollando países en desarrollo en esta crisis de dimensiones “colosales”
El lingüista y activista norteamericano Noam Chomsky advirtió que la “crisis de los refugiados es la crisis moral de Occidente”. En una conferencia en Barcelona, el profesor emérito del Massachusetts Institute of Technology (MIT) desgranó las razones históricas, políticas y económicas que han ido aumentando los desplazamientos de refugiados en el mundo, y avisó que ese fenómeno seguirá creciendo por los “efectos del cambio climático”.
Chomsky también hizo referencia al candidato republicano a la presidencia de EU, Donald Trump. “Es consistente en pocas cosas. Una de ellas es llevar al mundo hacia el desastre lo más rápidamente posible”, afirmó con rotundidad.
Chomsky impartió el sábado la conferencia Crisis de la inmigración en el marco del Annual Guest Lecture 2016 de UNU-GCM, el Instituto de Investigación de la Universidad de la Naciones Unidas sobre Globalización, Cultura y Movilidad.
El filósofo no defraudó al auditorio y criticó con dureza las políticas occidentales respecto a la inmigración y a la acogida de refugiados. En especial las del viejo continente. “Europa siempre ha sido más racista que Estados Unidos”, dijo en un momento de la charla.
Chomsky arrancó con unas palabras del papa Francisco: “Los refugiados no son un peligro, sino que están en peligro”. El intelectual norteamericano dijo que casi 4.000 inmigrantes han muerto este verano en el Mediterráneo. Esas muertes, denunció, ponen en contra las cuerdas en el terreno moral a las sociedades desarrolladas, que a su juicio son las que “más capacidades tienen para ayudar a quienes se hallan en grave peligro” y a la vez las que “más responsabilidad” han tenido en estas crisis.