La cosquilla o morbosidad del golpismo

HOMO POLITICUS

No debe sorprender que Henrique Capriles haya hecho un llamado al golpismo, ya que la derecha venezolana se ve impotente, al igual, que las presiones externas de Estados Unidos de derribar al gobierno de Nicolás Maduro

Henrique Capriles opositor venezolano y heredero de la burguesía nativa, no puede ser más faccio, o un fascista a flor de piel; ha hecho reiterados llamados al golpismo en Venezuela, cuestión inaceptable,  máxime en el cono sur donde las dictaduras militares han cometidos verdaderas atrocidades y crímenes de lesa humanidad que aún hoy, siguen presentes en la historia de sus pueblos.

No debe sorprender que Henrique Capriles haya hecho un llamado al golpismo, ya que la derecha venezolana se ve impotente, al igual, que las presiones externas de Estados Unidos de derribar al gobierno de Nicolás Maduro, esto es evidente y lógico.

Algo debe quedar claro, podemos estar o no de acuerdo con el gobierno de Maduro y con su ideología política, pero como demócratas, no podemos tolerar la sombra del golpismo, por más cosquillas subrepticias existan, se le debe poner freno al fascismo y privilegiar la democracia como única vía de civilidad política.

En este escenario, los encontronazo y auspicios de golpe de Estado en Venezuela se multiplican, ya varios países en Europa, incluido España; la visita de Albert Rivera político español a Venezuela y sus apreciaciones, deja claro la hostilidad de los “pusilánimes y aparentes defensores de la democracia”, que incitan al golpismo bajo un “halo” de crítica constructiva, pero que en el fondo asemejan al lobo feroz queriéndose comer a caperucita.

A la inversa, ya surgen posturas de apoyo a la democracia venezolana en América Latina, los análisis han puesto al descubierto las intenciones de la reacción interna de la derecha venezolana sumada al gobierno de Washington vía la CIA, para intentar desestabilizar al gobierno de Maduro y llevarlo hacia el precipicio del golpismo, pero la variable ejército aún no les favorece para este cometido.

El ejército venezolano a nivel de mandos medios y milicias sigue siendo chavista y apoya a Maduro, aunque ya se cierne la sombra de mandos superiores que empieza a coquetear con la idea de recibir granjerías y prebendas ante un posible advenimiento de un golpe militar.

 

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